Roni Horn: la exposición de otoño en kurimanzutto que tiene mucho de espejo y de agua
La exposición de Roni Horn en kurimanzutto es un recorrido (que se parece al cauce de un río) por lo que le preocupa: la identidad, el par, el agua, el reflejo, la poesía.
Autor: Carolina Peralta | Fecha 30 octubre, 2018Roni Horn ha hecho de la sala principal de kurimanzutto un río. La exposición –que solamente lleva el nombre de la artista– es un recorrido por algunas de sus piezas de foto y escultura más emblemáticas. Y tanto su obra como el montaje –que para ella es una pieza en sí mismo– fluyen como el agua: un elemento que a menudo aparece, literal y metafóricamente, en toda su obra.
Los conceptos y las preguntas que se hace Roni Horn tienen mucho de espejo y de agua: la identidad, la transformación, la duda, la repetición, la poesía. Sus piezas son el resultado de una incesante reflexión y refracción (como el agua en un vaso) que ocurre en la multiplicación o desdoblamiento de ella misma. Durante toda la muestra aparece su imagen en pares.
El recorrido comienza con dos fotografías de ella misma. Su aspecto es andrógino y ambas fotos son aparentemente idénticas ––aunque en realidad hay variaciones mínimas. En esta repetición está la duda que a Roni Horn le gusta sembrar. Así explora los conceptos de emparejamiento y duplicación: las parejas en un juego, el sol y la luna, uno en el espejo. El agua.
Cuatro esculturas de la serie Air Burial se encuentran por toda la muestra; son moldes de vidrio llenos de agua. Son hermosos y simples, pero además generan duda, ¿están llenos o vacíos?
Los glaciares también surgen en su obra. Alguna vez Horn creo una “biblioteca del agua” que consistía en 24 columnas de cristal, del piso al techo, llenas de agua que recolectó de los glaciares de Islandia. Toda su obra está inspirada por los paisajes de aquel país que la encantó desde la primera vez que lo visitó, cuando ella todavía estudiaba en Yale. El tiempo, desde luego, está allí como el agua (que podrían ser la misma cosa). El tiempo espacial y el tiempo meteorológico. En sus montajes –en los que se involucra siempre– la luz natural pauta la experiencia y el aire, y la humedad o el calor afectan las esculturas (que muchas de ellas están a la deriva del clima, alrededor del mundo).
En The selected gifts Horn fotografió regalos que le hicieron sus seres queridos –artistas como Félix-González Torres– entre 1974 y 2015. La relación entre imagen e imagen le interesa mucho a la artista: los intervalos o silencios que permiten al espectador sumarse al juego. Algunos han llamado a su obra “un tratado sobre la identidad”, y ésta se materializa tanto en la imagen propia como en los objetos cotidianos y las relaciones que nos completan.
La exposición de Roni Horn en kurimanzutto es elemental: sencilla y completa como el ciclo del agua o del tiempo. Un acercamiento humano y generoso al minimalismo; la corriente a la que suelen encasillarla (aunque ella se escurra entre sus dedos).
QUÉ Roni Horn en kurimanzutto DÓNDE Gobernador Rafael Rebollar 94, San Miguel Chapultepec. CUÁNDO Hasta el 15 de diciembre.
QUÉ | Roni Horn en kurimanzutto | DÓNDE | Gobernador Rafael Rebollar 94, San Miguel Chapultepec. |
CUÁNDO | Hasta el 15 de diciembre. |
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