Ya es ese momento del año donde el calor está en boca de todos. Cada taxi al que te subes, cada cita a la que llegas, cada amigo que encuentras da pie a una breve conversación sobre la temperatura en la Ciudad de México. Pero hay pocas cosas más gratas que hablar del clima.
No importa si estás en tu elemento arriba de los 26 grados centígrados o si eres de los que sienten que el sol les roba energía vital, de una forma u otra todos apreciamos un momento de pausa para refrescarnos y a continuación te dejamos un plan perfecto para eso.
En la Zona Rosa, cada tanto, la cultura coreana se hace presente en forma de pequeños mercados, mini súpers y restaurantes. Nadie sospecharía que el remedio perfecto para el calor se encuentra en la esquina de Hamburgo y Biarritz, en un diminuto super coreano –de los más surtidos de su tipo– de nombre Sooji Mart.
Una discreta fachada esconde delicias principalmente coreanas para hacer desde cero platillos asiáticos, snackear asiático, beber asiático y, sobre todo, acabar con el calor al estilo asiático. Para esto en particular recomendamos:
1. Delicadísimo y delicioso: Mochi Ice Cream
La palabra mochi viene de mochitsuki, que significa, literalmente, “aplastar el arroz para hacer pasteles de arroz”, y es justo eso: un pastelito japonés de arroz, de textura casi inverosímil, que lleva desde el siglo VIII existiendo. Solía ser un postre para las altas clases y hoy es un pequeño lujo relleno de helado para todos los que encuentren una tienda donde lo vendan. El mejor, sin duda, es el de helado de ajonjolí negro, pero el de matcha y el de chocolate son grandes opciones también.
Una cajita de 6 cuesta $100 pesos y es perfecta para compartir con amigos o para guardarlos en tu congelador y estar siempre a la espera de ser feliz comiendo uno más.
* Prepárate para un shock de textura.
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2. Vino de arroz coreano: Makkoli
Recién sacada del refri, esta bebida alcohólica tradicional de Corea está en su mejor momento. La elaboran a partir de trigo y arroz, tiene un color blanquecino y un sabor dulce, y por estar carbonatada se vuelve mucho más casual y fresca que, por ejemplo, el sake; bebida con la que sí comparte un poco de sabor pero el Makkoli tiene más acentuado el gusto a fermentado.
Una botella de 750ml cuesta $100 pesos y es suficiente para compartir con alguien y que se te suba un poquito pero no demasiado.
Con estos dos hallazgos del mini super coreano estás listo para combatir las temperaturas con una alta dosis de delicia y felicidad.
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