A todos nos han roto el corazón, y transitar ese duelo no es nada fácil. Es como un meteorito que se estrella contra la Tierra y cambia de pronto el paisaje, los caminos que solíamos recorrer, las personas a las que frecuentábamos. No hay una sola cura para ese dolor particular, lo cual hace del corazón roto un verdadero pain in the ass; la única forma de superarlo es… atravesándolo, por desgracia. Pero, si acaso se me permite la intromisión, lo que he aprendido es que hay rituales que podemos hacer para que esa soledad no se sienta tan de golpe, tan de pronto. No estoy hablando de quema de cartas o fotografías ni de seguir frecuentando aquello que nos lastima, sino de algo más sencillo. Yo, que he curado varias grietas del corazón a través de la comida, encontré en Tacos Meteoro un espacio tan acogedor que seguro será atractivo para todos aquellos que queremos sentirnos mejor.

Aquí lo que predomina es la cultura yucateca —una ida al sur sin salir de la ciudad—; es decir, cerdo y lechón preparados casi como en Mérida. Hay tacos, panuchos, volcanes y costras para que uno pueda sentirse con libertad para elegir. Puede parecer abrumador pero es justo lo que se necesita: tomar control de nuestra vida empieza por tomar control de lo que queremos comer. Probé un taco de trompo yucateco, un panucho de lechón, una costra de porchetta y un volcán también de lechón, con sus respectivas salsitas que sí pican. ¿Algún fan del lechón, por aquí? Pregunto porque tal vez debamos crear un club titulado “Aficionados del lechón y de una lloradita antes de dormir”. En Tacos Meteoro no hay ni una sola falla, todos los platos vienen como un abrazo al corazón.
Yo empecé por el plato fuerte tal vez porque mi pecho enfermo de ansiedad ya no aguanta más incertidumbre, pero la sopita de lima y los frijoles con puerco son, cada uno, dos manifestaciones del amor después del amor, como diría Fito. Es imposible sentirse triste, es inevitable y sucederá, pero el caldito de aquellos platos se aminora de forma considerable. Además, la porción es lo suficientemente grande como para pensar en algún momento volver a compartir. Por ahora, Tacos Meteoro solo es para nosotras.

Otra de las ventajas de Tacos Meteoro es que las cervezas también son yucatecas, Carta Clara —así como lo escuchaste, mamita— y Montejo; una con más grado de alcohol de las otras por si así lo requiere una tarde no tan tranqui. Pero también hay agua de horchata de almendra que es un postre y una bebida para endulzarte, literalmente, la vida. No hay mesa en Meteoro que no tenga un halo de familiaridad: a pesar de que suele estar vacío a eso de las 2 o 3 de la tarde, si uno va a este lugarcito en Coahulia es imposible no sentirse acompañado en lo que sea que estemos pasando.
Martes a domingo | 1 a 9 pm