En la esquina de Avenida Michoacán y Pachuca acaba de abrir un lugar de crepas deliciosas y sidra burbujeate: Superette. Antes era un mini súper –de ahí viene el nombre– que era puro concreto y barras de metal. Ahora esa esquina tiene ventanas de piso a techo para que circule bien el aire; muchas mesas color madera suave (algunas sobre la calle) y un olor permanente a algo dulce y reconfortante que sale de la cocina abierta.
Detrás de Superette están Chloe y Julien, dueños de dos lugares muy queridos en la Condesa: Monsieur Croque y Ficelle. Superette es su tercer proyecto y está a menos de un kilómetro de los otros dos, para continuar supervisando personalmente hasta los últimos detalles –por ahora, quien prepara todo en la cocina es Julien. Ambos creen en la importancia de los lugares de barrio, atendidos por los dueños, en donde ellos mismos diseñan hasta el último detalle y los clientes son amigos.
Superette tiene una carta dedicada a las crepas, las galettes y la sidra, aunque también hay opciones como tablas de charcutería, algunas ensaladas, cervezas y vinos. En el menú hay sidras suaves, afrutadas, más secas o más dulces; de manzana o de pera; color ámbar líquido u otra, que es casi del color de una cereza. Cada una fue elegida cuidadosamente, y cada una tiene su historia. La Fermé de Billy, por ejemplo, es fabricada justo al lado de la casa de Julien en Normandía. Por ahora la carta tiene unas 18 opciones, casi todas francesas y un par de españolas, de todos los estilos. Chloe dice que quieren que los mexicanos conozcan desde las más tradicionales, hasta los inventos menos conocidos y extraños (Fils de Pomme es una sidra con sabores como yuzu y albahaca).
También hay crepas dulces de harina de trigo o galettes saladas de sarraceno. Están desde las más conocidas de la gastronomía francesa, como la galette de jamón de pierna, queso comté y huevo o la crepa Suzette, bañada en salsa de mantequilla y naranja y flambeada con Calvados; hasta las creaciones de Julien en la cocina. Cuando los visitamos probamos una galette de mejillones a la sidra con verduras en un cremoso curry masala y unos rollos de Brandada de bacalao con wasabi.
Para los postres Julien creó una manzana en vino que sirve junto a pera en sidra, calientita y reconfortante. O el riz au lait, que es su especialidad: la versión francesa del arroz con leche que llega con avellanas, nueces y caramelo salado.
En Superette el menú cambiará constantemente. Chloe y Julien planean importan más sidras y crear más platillos; siempre tener opciones muy tradicionales pero también procurar las distintas que pueden ser sorpresas deliciosas. En septiembre diseñarán una carta de cocteles con sidra y un menú bistro para las noches; también planean crear una sidra mexicana junto al Rancho Cuatro Encinos, pues un amigo les envió levaduras de Francia.
Por ahora, Superette ya está abierto y es la mejor idea para cualquier momento del día. Para probar la sidra fresca, que sabe mucho a fruta y tiene poquito alcohol; pedir una tabla de quesos o charcutería por la noche, una crepa por la tarde o pasar a desayunar por las mañanas, en la esquina de Avenida Michoacán y Pachuca, que desde hace unos días huele delicioso.
Bienvenido, Superette.
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