Una vida le basta a una abeja para viajar más o menos 40 kilómetros, visitar unas 7,200 flores y producir 5 gramos de miel. Por ello, cada miel es una síntesis, un retrato de otro tipo del territorio que sobrevolaron. De esa manera, las mieles que producen se denominan según dos criterios: por su origen botánico o por su origen geográfico. La primera es según las especies de plantas que usaron para hacer su miel, la segunda según el lugar de donde provienen y a la flora de dicha región.
Sobra decir que estos seres diminutos juegan un papel esencial en la supervivencia de los ecosistemas y polinizan gran parte de lo que comemos. Decía Einstein que si las abejas desaparecen desaparece la humanidad.
Y desde hace unos 15 años las abejas han ido desapareciendo por el uso de pesticidas y herbicidas, la pérdida de los hábitats naturales, el cambio climático y su explotación industrial. Aunque su papel es esencial, en la ciudad no reparamos mucho en ello. Quizás porque es tan grande y suceden mil cosas y abstraemos, quizás por la urgencia que reclama todo el tiempo, y que a veces nos impide atender con diligencia hasta las necesidades más básicas.
Son de Miel es una marca de mieles bien hechas, deliciosas, pero es sobre todo una plataforma que tiene una fin claro y contundente: que en la Ciudad de México restablezcamos el vínculo con las abejas, con los ecosistemas donde crecen.
Regala un kit de mieles nativas de su kickstarter.
México es un gran productor de miel en el mundo, pero la mayor parte se exporta o no se conserva su origen botánico, es decir, no se distingue la diversidad, tanto de las abejas como de los ecosistemas. La diversidad de abejas está directamente relacionada con la diversidad de plantas, y por lo tanto con la diversidad de mieles. El sabor, olor y viscosidad de las mieles dependen del ecosistema donde fueron cosechadas. En México tenemos un sinfín de ecosistemas, y Son de Miel un sinfín de mezclas y sabores.
Justo ahora tienen campaña en kickstarter una en la que puedes contribuir desde $100 pesos. Los regalos son postales y kits de mieles nativas. Con esto fortalecerán 3 meliponarios ubicados en Veracruz (Coatepec), Puebla (Cuetzalan) y Oaxaca (Rancho Grande), pues estas iniciativas trabajan para que cuidemos nuestro alrededor en las cosas más cotidianas. Como en la miel del desayuno.
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