Shaktea es una casa de té tradicional china en la Condesa. Su oferta es enorme y tienen muchas variedades, desde comerciales, infusiones y mezclas, hasta tés puros y exclusivos para los más conocedores. Hay té para consumir ahí y té para llevar a casa; en Shaktea la infusión oriental es la excusa para conectar a las personas y al mismo tiempo descubrir la rica tradición cultural de la elaboración y consumo del té. 

Hace cinco años Fernando Gaitán inició este proyecto después de dejar un trabajo burocrático y viajar por Asia. El lugar que diseñó rompe con el ritmo acelerado de la ciudad e invita a tomarse las cosas con un poco más de calma: la sala principal, por ejemplo, tiene una sola mesa compartida. Al fondo hay otra salita donde está permitido quitarse los zapatos; ahí uno puede tener una plática tranquila, leer o trabajar. También hay una pequeña biblioteca de libros sobre el té y una escultura de Lu Yi, el primer sabio en registrar por escrito todo el conocimiento de esta ancestral tradición.

Shaktea

El menú en Shaktea

La mayoría de los tés del lugar vienen de China, Taiwán y Japón; otros menos tradicionales de países como Kenia, Malawi, Hawai, Uruguay y Argentina. Todos los pedidos son pequeños y siempre encontrarás un tipo de té especial y por tiempo limitado, resultado de alguna aventura, azarosa o no, de Fernando. Además, todos los que trabajan en Shaktea (Benjamín, Eva, Chan, Re y Fer) son amantes completos del té y de su cultura, y cualquiera de ellos tiene las mejores recomendaciones.

En la carta hay desde opciones de té deliciosas como el Lychee Blossom (un roseta donde el té y la flor vienen cosidos a mano)  hasta  lo más clásico de Hong Kong: un Milk tea con vainilla y una mezcla de tés negros. También ofrecen varios tipos de chai con olores increíbles.  Aunque tienen muchos blends (mezclas), en Shaktea están más enfocados en el té puro. Hay una gran variedad de tés verdes, amarillos, oolongs, blancos, pero la especialidad son los de tipo Pu-erh. De esos, uno muy especial es el Bing Cha, que viene comprimido en discos de 375 gramos. Nosotros probamos los que acababan de llegar, el Zomba pearls de Malawi y el Purple tea de Kenia, dos tés muy extraños y difíciles de encontrar que compartimos en pequeñas cuencas para disfrutarlos más y conservar su calor.

 

Shaktea

Hay un té con una leyenda muy bonita, que nos contó Renata, una de las anfitrionas. Se llama Jin Xuan oolong (o Milky oolong) y su historia es la de una luna que al no poder tener el amor de un cometa cae en una profunda tristeza y congela las montañas de té. Cuando los vecinos despiertan desesperados deciden cosechar de todas formas y descubren un té con aromas especiales. Al prepararlo los sabores les recuerdan a las lágrimas de la Luna.

En Shaktea los precios son muy accesibles, la tetera para dos está alrededor de los 80 pesos. También venden para llevar: los precios van desde 300 pesos los 100 gramos, hasta arriba de 1000 pesos para los tés más especiales. Para acompañar hay varios postres muy ricos: panqué o galleta de matcha, tarta de manzana, fondant de chocolate o una selección de chocolates belgas.

Shaktea

Shaktea

Fernando nos cuenta que puede pasar mucho tiempo explorando un tipo de té pues dice que son como las personas, no las conoces por completo la primera vez. Los tés pueden cambiar de aroma y perfil gustativo después de que los conoces mejor, tal como las personas. La filosofía de Shaktea es que el té es una herramienta consciente que abre puertas para compartir y comunicar con otros; para explorar y trabajar con uno mismo. 

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