Azcapotzalco es una delegación maravillosa. Tiene la colonia Clavería, cuya historia culinaria es razón suficiente para amarla: ahí nació el Nicos (y en realidad ya con eso tendríamos), El Bajío y la Casa de Toño, que sin duda cambiaron el rumbo de la comida mexicana/casera de la ciudad.
Azcapotzalco tiene el Parque Bicentenario que a su vez alberga todo un reino de orquídeas, y que aunque esté más bien del lado de la Miguel Hidalgo (en la frontera) los chintololos (sus colonos) con justa razón lo consideran propio. Y por supuesto, tiene su propio Centro Histórico, que es una de las zonas más antiguas de la ciudad. Este paisaje de piedras prehispánicas y coloniales esconde todo tipo de rarezas y delicias gastronómicas. Ir a visitarlo de noche (y preferiblemente llovido), como lo hicimos recientemente con nuestros amigos de Primal Studio, es una experiencia que ningún capitalino debería perderse.
El itinerario lo recomendamos más o menos así:
1. Cafetería El Nevado
Av. Azcapotzalco 591. Lunes a domingo de 9 a 20 hrs.
El Nevado se encuentra en el número 591 de la avenida Azcapotzalco desde 1945. Muchos de los que crecieron allí saben que este era un lugar de encuentro donde las señoras iban a desayunar con amigas o a llevar a los niños por un helado. La comida no es tan buena como era antes (según lo que cuentan) pero la visita vale la pena porque –que nadie lo niegue– todos tenemos una fascinación por esos sobrevivientes de la ciudad.
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Muy cerca de El Nevado, en la misma avenida, hay unas puertitas angostas que dan la bienvenida a una cantina de mosaicos grises, fotos antiguas, barra larga y señores que atienden amablemente detrás de ella. Aunque a esta cantina que abrió en 1918 claramente pueden ya entrar mujeres, generalmente sus mesas las llenan hombres que beben de vasos jaiboleros. Uno encuentra todo lo que hay en una cantina: botellas, botanas, algún trío y un solitario alegre que canta.
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3. Los tacos parados de “Pepe”
Lerdo de Tejada 18. Domingo a jueves 17 a 2 hrs; viernes y sábado 17 a 4:30 hrs.
Pepe y sus descendientes anuncian que sus tacos son “probablemente los mejores tacos del mundo y sus alrededores sí señor”. Al menos de la zona sí lo son. A esta taquería entra y sale gente a echarse un taco parado. De verdad recomendamos estos tacos: la carne tiene mucho sabor, las tortillas las hacen ahí mismo y sus salsas roja y verde son una delicia.
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