Desde afuera se puede ver su tiraje. Varias macetas adornan la ya exuberante jardinera de una acera de la del Valle con banquitas de madera, mientras que los huacales de frutas y verduras que se exhiben, sugieren algo más que solo un restaurante. Paraíso Vegetariano, además de comida deliciosa y muy barata, vende por kilo de frutas, vegetales y legumbres.
Como en cualquier oasis, en Paraíso Vegetariano, la vegetación se extiende hasta el interior. Hay plantas por todos lados, en el mostrador, la barra; hasta hay hechas con botellas de PET sobre los muros, de las cuales nacen pequeñas enredaderas que cuelgan y decoran sus paredes.
Su comida es muy buena. Es una gran opción para vegetarianos o veganos que estén por la zona, y los precios son accesibles. En su carta hay hamburguesas, hot dogs, enfrijoladas, enmoladas, pastas, guisos y, por supuesto, postres.
De la carta recomendamos
Torta de portobello en chapata con salsa de queso parmesano vegano y queso gouda vegano.
Jugo de naranja, fresa y piña.
Cupcake de chai.
En Paraíso vegetariano también tienen menú del día, que por alguna razón es mucho más creativo que los menús ejecutivos no vegetarianos. Sirven, por ejemplo, tortitas de huauzontle en chile pasilla, tempeh en adobo, brócoli en salsa bechamel con queso provolone, aguacate relleno de ensalada rusa.
Entre la variedad de restaurantes vegetarianos en la ciudad, este nos pareció muy especial. Además tienen chiles en nogada veganos por temporada.
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