Así como las marmotas, este restaurante sale casi con la primavera. Marmota es el nuevo restaurante del chef Federico Patiño y está en uno de los lugares más bonitos de la ciudad: la Plaza Río de Janeiro. De hecho, antes de abrirlo, Federico buscó por toda la ciudad un local en forma de L (porque así lo imaginó cuando pensaba abrir Marmota) y lo encontró aquí. Después dibujó cada pedazo y rincón del espacio y le dio sus sketches al diseñador. Así que casi todo allí lo hizo él.

La comida de Marmota es a la Northwest (el chef vivió y trabajó en Seattle mucho tiempo), es decir: vegetales rostizados, mariscos, grilled cheese y cosas así, pura comida que te haga acomodarte bien en la silla y estar relajado.

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Federico lo explica así:

“Elegí este espacio para que pudieran haber tres nichos a la vez: una viejita tomando una copa de vino y picando de los jitomates frescos con los que cocinamos; un hombre leyendo sentado al lado de la ventana y varios amigos echando desmadre en la mesa redonda al lado del bar”.

Una de las cosas que más nos gustó es que, si quieres, puedes sentarte cerca de la cocina y ver cómo preparan los platillos, quizás hasta aprender cómo los hacen. No como show (como cuando vas a una cadena de restaurante japonés, te filetean pescado y te lanzan fuego), sino como “te invito a mi cocina, a chacharear, a picar comida, a probar por partes, a tomarte un vino o una cerveza mientras esperas”.

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En Marmota no hay secretos en las recetas, todo está abierto. La experiencia de comer cambia cuando la preparan al lado de ti, de hecho la digestión empieza desde el olor, por eso digieres mejor la comida cuando cocinas. El lugar además tiene una chimenea que sirve para ahumar, cocinar y calentar el espacio.

El menú tiene 17 platillos (chiquito, como nos gusta); es muy sencillo pero muy bueno. La idea de Federico y Poppy, la sous chef, es que no necesitas pagar cantidades bárbaras para comer bien. Por su parte, Bar SiMon hizo la curaduría de vinos y quedó muy rica: hay sobre todo vinos de Oregon y California (ad hoc con el menú), pero también hay vinos mexicanos y cervezas.

Ahora sí, lo que probamos:

De papas y betabel

Este comedor/cocina está inspirado en cosas que aprendieron –Fede y Poppy– en The London Plane (un restaurante en Seattle donde trabajaron), así que gran parte de su menú es de verduras. Comimos papas cambray ahumadas con yougurt, aceite tatemado e ikura, y también betabel rostizado con yogurt de raíz fuerte, avellana y eneldo.

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Grilled Cheese

En Marmota, el grilled cheese viene con mucho queso, dijonnaise, toum –que es como un dip árabe–, y una sopa de jitomate que sabe como hecha en casa. Está pensado para chopearse en la sopa y lo recomendamos muchísimo. Aparte, puedes agregarle tocino o cangrejo.

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Postre

La tarta de elote viene con ruibarbo, rosa escalfada y crema de cardamomo. Es la especialidad de Poppy. Nos gustó mucho el sabor floral/dulce y la combinación con el cardamomo.

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