Las petroleras son los antojitos chintololos por excelencia: círculos gigantes y casi perfectos de masa, freídos en aceite y con el guisado que uno quiera arriba. Nacieron en Azcapotzalco –el nuevo (viejo) corazón gastronómico de esta ciudad–, y aunque ya las venden en otros lados, la colonia tiene el monopolio de las originales. De todas ellas, las petroleras más famosas son las de La Güera.

petroleras de La Güera

El local de La Güera está en Cedros número 75. Afuera no hay un solo letrero pero uno puede reconocerlo por la fila de gente esperando pasar y pedir su petrolera, sobre todo en las horas pico. Al entrar la temperatura cambia y ¡cuidado con el aceite!; la freidora a veces salpica.

Una fila de mujeres se encarga de tomar la orden y la primera pregunta es “¿qué va a pedir?”. Hay huaraches a 35 pesos: de huevo, pollo, picadillo, hongos y chicharrón (el de huevo es el más pedido). También quesadillas, a 20 pesos, para los que comen poquito, pero las estrellas del menú son las petroleras, que cuestan 70.

petroleras de La Güera

¿Qué hay en un nombre?

Las petroleras son, en tamaño, como 2 huaraches juntos (algunos les llaman “la pizza mexicana”). El poderoso nombre que llevan es porque, en una versión más austera, fueron la garnacha preferida de los trabajadores de la refinería 18 de marzo en Azcapo.

De qué pedir tus petroleras

En el local de La Güera, una vez aclarada la orden, una señora le da forma a la bolita de masa y la pone en el comal. Al llegar tu turno lo primero es decidir si la petrolera va frita en aceite hirviendo o no. Después viene la salsa, roja (para los valientes) o verde. Al final el queso y los guisados. Hay champiñones, pollo, hongo, picadillo o chicharrón. Las petroleras pueden ir combinadas de guisados y salsas.

fritas o asadas

petroleras de La Güera

petroleras listas

El negocio de La Güera tiene más de 40 años en el mismo local de la colonia San Andrés. Todos lo conocen por su sabor y tradición, pero sobre todo, por los regaños. Las petroleras son un negocio de mujeres y La Güera misma es la que está al frente de todas. A los distraídos o lentos para contestar siempre les tocan sus regaños a voz viva. A las petroleras de La Güera hay que llegar atentos y con muchísima hambre pues son pocos los que se acaban ese círculo enorme de masa en una sola sentada.

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