Desde 1999, La Vinería acoge a los vecinos de la Condesa en los días de antojos de comida rica, copas de vino y familiaridad. Está en la esquina de Amatlán y Montes de Oca, una de las más tranquilas de la colonia en la que todavía se siente el ambiente de barrio.
La Vinería es uno de esos restaurantes que nunca falla, que ha sobrevivido a las mutaciones y que se mantiene como lo que es en esencia: un local cariñoso, de vecinos y buena comida, que no podría imaginarse en otro lado. También es uno de esos locales que siempre saben cómo hacerle frente a los tiempos. Después del sismo del 19s, fue de los primeros restaurantes de la zona en adaptarse a las nuevas normas de seguridad para seguir operando aún estando frente a un edificio dañado.
Ahora, en tiempos de COVID-19, su equipo se está alistando para recibir a sus comensales durante la nueva normalidad. Por ahorita tienen pick-up y servicio a domicilio para que uno no se olvide de sus platillos tan ricos.
Sugerimos pedir los rollos de berenjena con queso de cabra y nuez. Seguir con las alcachofas a la parrilla con aderezo de limón y alioli o con la sopa de cebolla. De plato fuerte el filete a la pimienta, favorito del lugar, con papas a la francesa. Para terminar el panqué de camote con helado de vainilla y un café. Todo acompañado con un vino Luis Cañas o una Brugse Zot, cerveza belga.
En tiempos de contingencia, no hay que dejar solos a este tipo de locales que con tanta calidez nos han recibido en las buenas y en las malas. La Vinería, más allá de la circunstancia, es uno de nuestros lugares favoritos. Aunque aún no podemos comer allí, el poder disfrutar sus platillos cálidos seguro nos devuelve a ese restaurante acogedor y que nunca falla.
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