La visita a Eno Roma debe comenzar con un café y un pan dulce hecho en casa. Este espacio del chef Enrique Olvera es ideal para degustar, un domingo por ejemplo, unos huevos revueltos con ejote, salsa roja, frijoles negros de olla y queso de Ocosingo. También hay opciones para mantener más fresco y ligero el espíritu, como yogurt con granola de la casa o fruta, y la posibilidad de llenar los vacíos existenciales con molletes, enchiladas, chilaquiles o tamales —rellenos de champiñones o queso de cabra si el vacío no es muy grande—. Cualquiera que sea la decisión, incluso si se trata solamente de un Hamara Chai acompañado de un polvorón, se agradece la intención de Olvera de llevar sus platillos a otras partes de la ciudad en espacios agradables, llenos de luz y de excelente comida.
Aquí van unas fotos de cómo Eno hace el pan:
El 80% de los ingredientes de la lonchería Eno son orgánicos y, si te cuesta trabajo elegir, puedes tomar en cuenta el menú del día que lleva una sopa de verduras, media torta y una infusión fría por $135 pesos. La verdad Eno es uno de esos lugares a los que uno vuelve con la seguridad de que todo está rico. Quizás se convertirá en un “clásico moderno” muy pronto (como lo hizo Belmondo) , al igual que el exquisito Molino El Pujol, también de Olvera, porque ese elote no tiene comparación.
Ahorita Eno ya tiene 4 sucursales: Virreyes (Lomas de Chapultepec), Petrarca (Polanco), Roma y Museo Jumex.
*actualizado el 23 de octubre 2019
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