Casi nadie encuentra el Califa del León a la primera. Incluso, quienes lo frecuentamos nos llegamos a desorientar entre tanto letrero de zapaterías, maniquíes y puestos ambulantes que se alargan por toda la banqueta de avenida San Cosme. El Califa de León es una taquería que lleva más de 50 años en el mismo modesto local, sirviendo tacos deliciosos de gaonera (los originales) en tortilla recién hecha. En Local, como se darán cuenta, le tenemos un cariño muy especial.
El lugar no sólo es imperceptible por el ruido de la avenida, sino que también es realmente pequeño. La “cocina” abarca la mitad del espacio, de azulejo blanco y luz aún más blanca; y en el pedacito sobrante hay una barra donde 3, máximo 4, pueden comer parados. Siempre tiene gente. El taquero pone filetes jugosos, uno tras otro, sobre plancha untada con manteca que arde. La carne del Califa de León no lleva aceite; el secreto está en la sal de grano y las gotas de limón que el taquero exprime encima de cada pedazo.
Solamente hay tres tacos y dos salsas: de costilla, bistec y gaonera, todos en tortilla de maíz, y salsa verde y roja, recetas de la casa. La tortilla de maíz la hacen a mano; es gordita y suave. Tanto, que hay que comerla al momento para que no se deshaga. El taco de costilla son prácticamente dos en uno, y –por la naturaleza del corte– trae más grasa que las demás. El bistec viene jugoso y la gaonera, como ya sabemos, es la parte más suave de la res. Aquí es la especialidad. Hay quienes aseguran que la gaonera de res nació aquí, en El Califa de León. Otros dirán que fue en el Mesón Taurino (y con justa razón, pues son los mismos dueños).
Luis Donaldo Colosio prefería comerla aquí; eso sí. Lo evidencía el recorte de periódico enmarcado que cuelga del centro del diminuto local, donde mencionan El Califa de León ( que hasta hace pocos años es legible otra vez, pues estuvo todo empañado de humo y grasa).
Cada taco de El Califa de León vale alrededor de $50 pesos. Hay quienes lo consideren excesivo, sobre todo por los precios del rumbo. Pero por la calidad de sus cortes, tortillas y salsas esta taquería es de nuestras favoritas, sobre todo para el antojo nocturno. Cuando San Cosme ya no es la misma del día.
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