Para algunos no hay placer más específico que entrar en algún restaurante de estética ambigua por fuera, donde uno no sabe bien qué esperar, y toparse con que es una delicia secreta. La comida peruana, catalogada por los paladares entendidos como una de las mejores del mundo, nos da un par de lecciones de lujo sustancial y sin excesos en la tarjeta de crédito. Porque sin rodeos, sólo uno de estos lugares acepta tarjetas. Visitamos varios y elegimos estos tres como los más ricos de la Ciudad de México:
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Por unos $250 como máximo, la felicidad toda junta y sin pretensiones está aquí en Las Nazarenas. Es una fondita con pocas mesas y sillas de latón, metida en un garaje que abre al público todos los días menos los martes.
Sus dueños son verdaderos peruanos y ellos mismos toman los pedidos. Hay para elegir lo que ese día preparen. El menú está escrito a mano en la misma libreta donde anotan las comandas, y en eso reside la cercanía con el comensal.
Estas son las recomendaciones que hacen a uno olvidarse por un rato de los males del ser humano promedio: el ceviche, el chupe de camarones, las papas a la huancaína y fundamental una botella de Inca Kola, la gaseosa peruana por excelencia.
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Entrando al Mercado de San Juan, si uno camina hacia la izquierda topa con El Mercadito Peruano. Este sitio también lo atienden sus dueños, el chef Miguel y su esposa Nancy, que tienen como certificado de calidad haber nacido en la propia Lima. Llegaron a Ciudad de México hace 2 años y medio a deleitarnos con sus especialidades. El menú es más formal que el anterior, está impreso y es tan variado que tiene frente y revés.
Estas son las recomendaciones le hacen a uno olvidar que está sentado en un banquito, apretado e interrumpido permanentemente por gente que pasa por detrás: el ceviche tradicional peruano, las papas a la huancaína, el tiradito de lenguado y la causa.
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El Refugio del Inca
Situado a pocos pasos de Paseo de Reforma, sobre una callecita que dura sólo dos cuadras, El Refugio del Inca tiene un menú para perderse. Hay dos modalidades: comida peruana a la carta y menú de tres tiempos tipo fonda mexicana. Sólo de platillos peruanos la propuesta es larguísima, hay para escoger entre 90 opciones. El lugar tiene dos pisos y está atendido por sus propias dueñas, Camucha Macedo y su mamá, ambas llegadas a la Ciudad de México hace más de veintidós años, que es la edad que tiene el Refugio, toda una institución.
Estas son las recomendaciones como para ir un viernes, volver al siguiente, pedir uno nuevo de dos platillos y nunca cansarse de siempre empezar por: El ceviche de lenguado o lengua, cuesta $150- $170 y es una exquisitez; los anticuchos que revirtieron la idea preconcebida que teníamos del platillo; los del Refugio son suaves, jugosos y sazonados, además vienen acompañados con medias papas que no quieres que tengan fin.
Abre de lunes a viernes de 10:00 a 18:30 y los sábados hasta las 19:00 y sí aceptan tarjeta de crédito.
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