Lo más probable es que la implacable infatuación que hemos desarrollado con el chocolate se deba a un neurotransmisor producido en el cerebro que se llama anandamida. Lo que hace es bloquear temporalmente sentimientos de dolor y depresión, y además contiene otros químicos que prolongan ese bienestar para que no se disuelva tan pronto. En pocas palabras, y para nuestra fortuna, un buen chocolate funciona literalmente como medicina. A todo esto, la primera edición del Café y Cacao Fest se celebrará en la ciudad del 14 al 16 de diciembre y es muy buena noticia.
En Café y Cacao Fest, los mejores expositores del sector cafetalero y chocolatero llevarán sus productos para vender. Habrá varios tipos de chocolate artesanal en barra, como el almendrado, el semi-amargo, con trozos de naranja o frutos rojos, etcétera. Venderán también chocolatería fina, bombonería rellena, chocolate untable, fudge, chocolate caliente y barras energéticas de cacao. Cacao y más cacao mexicano en todas sus presentaciones: espuma y polvo de cacao, excelentes para preparar postres. Venderán, incluso, pozol y tascalate, bebidas prehispánicas altas en proteína y excelentes para calentarse.
Además de estos productos, también habrá venta de vinos, quesos, mermeladas, aderezos y salsas. Todo lo necesario para el voluptuoso espíritu hedonista que nos asalta cada fin de año. Y para –¿por qué no?– bloquear temporalmente sentimientos de dolor y depresión que también nos asaltan cada fin de año.
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