Las fiestas mexicanas se celebran con antojitos, tequila y parafernalia china. El ánimo de las calles es desbordante como el grito mismo, catártico. Comida en abundancia, bebida y, como consecuencia, desechos que resultan en más de 200 toneladas de basura (solo alrededor del Zócalo). En estas celebraciones llenas de parafernalia nos damos cuenta que la nación cabe toda, indiscriminadamente, en un instrumento de diversión, de decoración, aunque sea por pocas horas.

Celebrar de formas más responsables es una forma contundente de hacer patria. Y definitivamente, reducir la basura que generamos es una de las pocas cosas que tenemos en las manos para generar un cambio. Con esta breve guía proponemos (o recordamos) cómo reducir la huella de carbono este Día de la Independencia.

Desechables

Si la fiesta es en casa, procuremos usar platos y cubiertos no desechables. Como la fiesta está también en los puestos de la calle, es preciso tener en mente esta situación: tratar de pedir el pozole o garnachas con papel estraza, las bebidas en un mismo vaso.

Parafernalia

Lo mexicano, la patria (y su fulgor abstracto) es inasible, ya escribió Pacheco. Entonces toma lugar en banderas de nylon, máscaras del Santo, bigotes de Pancho Villa, matracas tricolor. Conjuntos de objetos que animan y, como una máscara, dan licencia al festejo desmesurado. En este caso, también hay que tener en mente que la parafernalia tiene un fin inmediato, y luego va a la basura.

Fuegos artificiales

Mucha de la basura que queda en las calles tras la noche del Grito son los residuos quemados de los cohetes. Por más pequeños que sean, la pólvora también contribuye a la contaminación del aire.

.

Más en local.mx

Guías prácticas para generar menos basura en la ciudad