En innumerables ocasiones nos dan ganas de ir al centro pero muy pocas veces nos aventuramos. Hasta hace unos cuantos años nadie pensaría que deambular de bar en antro en cantina por el centro de la ciudad pudiera ser divertido porque la palabra peligro resonaba de inmediato. Hoy ya no es así. Actualmente el centro y sus zonas aledañas tienen una de las escenas nocturnas más estables y seguras. La noche ahí es diversa e incluyente, consecuencia de la apertura mental que se vive de unos años para acá.
Para empezar el recorrido —el cual podemos hacer en metro— llega a la estación Juárez o Bellas Artes al final de la tarde, camina menos de 10 minutos hasta la calle Luis Moya y llega al Bósforo en donde las variedades de mezcal abundan. Para acompañar sólo hay dos opciones: cervezas o quesadillas con chapulines y hoja santa. Este bar es legendario; su éxito ha sido tal en los últimos años que no faltan extranjeros que visitan la ciudad expresamente para conocerlo, lo cual ha dado como resultado un singular ambiente en donde conviven locales y fuereños. La selección musical, para nosotros una de las mejores de la ciudad, es buenísima: alternativa y desconocida.
El Bósforo
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Después de un par de mezcales y una buena plática lánzate por Avenida Juárez y Eje Central hacia la esquina de República de Cuba, ahí hay varias alternativas en una escena principalmente gay pero, como ya mencionamos, incluyente. Primero está La Purísima*, un antro en donde rayos láser reciben a todo tipo de personajes. Ahí sólo importa tu energía, tu capacidad de bailar durante horas y de hallar un espacio entre los ríos de gente. Prepárate para apretones, tumultos y sudor. En este lugar se dio la llegada del vogueing al país, baile que imita las poses características de los modelos en las pasarelas. El Marrakech que está pegado y es el responsable de crear una nueva escena gay paralela a la famosa Zona Rosa, es un poco menos alocado que los dos anteriores, pero no menos divertido. Más adelante encontrarás La Perla famosa por sus éxitos de antaño y shows de drags; aquí bailas porque bailas: es divertido, sorpresivo y plural.
La Purísima
*Temporalmente cerrado hasta nuevo aviso desde 1ero de febrero 2018
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Para terminar la noche el monchis es necesario: camina por la calle Ignacio Allende que se convierte en Bolívar y a la altura de Uruguay está la taquería Los Cocuyos. No es casualidad que Anthony Bourdain, glotón profesional y celebridad culinaria, haya decidido hacer una parada en este lugar donde se venera la lengua, la tripa y otras exquisitas menudencias. Pero no sólo las estrellas lo visitan: catadores curtidos, golosos selectos y hasta los trasnochados profesionales afirman que aquí se come el mejor suadero de la ciudad y, por tanto, del mundo.
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