Dentro de las especies de antojitos mexicanos, las gorditas son como bolsillos de amor. Es una de las mejores cosas que quedaron del mestizaje entre España y México, y son tan populares que hay festivales y fiestas en su honor. Encontramos unas en Miguel Ángel de Quevedo, justo afuera de Office Max, donde el servicio es particularmente bueno y son gorditas miniatura. Sí, miniatura.
Es un puesto pequeño que sólo destaca a la vista por su lona roja y la fila de coches que se hace a su alrededor. A pesar de su locación, las Gorditas de Miguel Ángel de Quevedo es uno de los puestos más limpios que hemos visitado. Lo atienden por 5 personas que tienen muy claro qué hacer y cómo hacerlo.
Se llaman gorditas porque cuando se calienta la masa se inflan. La de Miguel Ángel de Quevedo son gorditas muy pequeñas, botaneras, y te puedes comer muchas de todos los rellenos. Tienen los 3 rellenos clásicos (frijol, requesón o papa) pero también tienen de chicharrón y es el favorito porque no es ni muy grasoso ni muy seco.
Lo más especial de Baby Gorditas de Miguel Ángel de Quevedo es su tamaño que da ternura y da más hambre, y que todas llevan requesón (excepto la de requesón, que lleva queso rallado). Sus 2 salsas, verde y roja, son deliciosas. También tienen cebollitas encurtidas para copetear las miniaturas.
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