Si has estado fuera o mirando por la ventana estos últimos días, especialmente el martes 6 de febrero, quizás volteaste al cielo y viste esto:
No es fácil que colores espectralmente puros, o dramáticos, ocurran en la Ciudad de México, pero febrero está lleno de imprevistos y acontecimientos atmosféricos. Lo más probable es que estos cielos están reflejando más luz roja y naranja a la atmósfera baja y que no haya tantas partículas que usualmente desganan el color del cielo.
Lo que ve el ojo humano es solo una pequeña parte de la radiación electromagnética que da el sol. Esa radiación contiene un espectro amplio de longitud de ondas, pero nuestro ojo solo es sensible a ciertas partes: las llamadas longitudes de onda visibles. Dependiendo de lo que le pasó a luz antes de llegar a tus ojos es lo que hace que un atardecer sea irrelevante o espectacular.
Por si te lo perdiste, pedimos en nuestras redes sociales que nos enviaran fotos del cielo rosa, obviamente #sinfiltro, de la ciudad de México, y estas son las que recibimos:
Estén atentos al cielo todo febrero, no hay mes con más fenómenos atmosféricos ni con más estímulos del tipo.