Se llama Baúl Cinematográfico pero es una casa laberinto de tres pisos que se esconde tras la puerta de Chihuahua 100 en Roma Norte. Cinematográfico le quedó porque perteneció a la bodega de vestuario de Estudios Churubusco y en 15 años fue sumando prendas de teatro y cine mexicano. Pasas por la fachada y no tienes una idea ni aproximada del tesoro que hay adentro.

baúl cinematográfico

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Si te gusta la ropa de otras épocas, llegar aquí es una verdadera aventura y corres el riesgo de opacar cualquier fiesta de Halloween de la ciudad. Uniformes militares, revolución mexicana, porfiriato, Luis XIV y también Luis pero XV de Francia, indígenas vs españoles, etiqueta de los años 20, 30, 40 y hasta los 90; novias de todas las épocas, curas, monjas, papas y todo el organigrama eclesiástico, santa closes con kilos extra para poner y quitar. La lista de disfraces sigue por otra escalerita secreta con pasillo a la izquierda…

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La colección ronda el infinito y si no vas con una idea definida puede llegar la noche y no quieres estar allí de noche, ya te imaginarás por qué.

Los outfits ni brillan de poliéster ni parecen recién sacados del contenedor chino, y te los rentan aunque no seas del gremio del cine y aunque seas contador. Si eres un piqui de las cosas usadas, este no es el lugar (hay algunos vestuarios muy gastados por los años), pero siempre puedes solucionarlo de la manera convencional.

 

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Los precios en Baúl Cinematográfico son mucho más bajos que en la mayoría de las tiendas de disfraces. Lo que sí es que allí dentro puedes perder la noción del tiempo o sufrir el pánico de demasiadas opciones que a cualquiera pueden paralizar.

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