El antojo de pizza nunca se fue. Lo tuvimos cuando éramos apenas unos niños aprendiendo a ser amigos en el colegio, y lo tenemos ahora como adultos hartos de la vida laboral, comiendo siempre de prisa. La pizza, en cualquiera de sus presentaciones y sabores, es sinónimo de desacelerar tantito el ritmo de la vida, de compartir con el otro, quien quiera que sea. Quizá sea por eso, pero cuando me dijeron que había un nuevo restaurante de pizzas en la Condesa no dudé en pasar un ratito entre sus mesas.

Para ser honesta, nunca me ha gustado comer pizza dentro de un restaurante. Siento que algo del ritual “noche de pizza” se pierde; y sin embargo, en Rita me pasó algo que me pareció muy interesante: sus sillas y mesas de fuera imitan un gran sillón en el que comer. Aunque hacía frío, mucha gente optó por aquellos lugares para compartir una de las especialidades de la casa, lo que quiere decir que esta pizza es perfecta incluso en invierno.

La pizza de Rita tiene la ventaja de que no es como las demás, sino que está fritta (con doble t). Hecha con una máquina especial traída directamente de Italia, la masa que pasa por aceite no se vuelve difícil de digerir, sino que adquiere una textura sencilla, sin culpa ni juicios. Además, como es tradición en Nápoles, ese tipo de pizza está servida como si fuera un calzone, una empanada, como para ir comiendo mientras se camina por las calles de la ciudad.

Si eres una persona de tradiciones, en Rita no se olvidan de ti. Aunque recomendamos ampliamente que pruebes la pizza fritta, la montanara es la clásica pizza redonda que solemos colocar al centro de la mesa para compartir; la pizza como la conoces. Esa es la misma que puede llegar a casa, justo para una tarde de amigos de las que se quedan en la memoria.

Pero no hace falta irse para pasarla bien, en Rita hay de todo: Aperol Spritz, cerveza Monopolio y otras bebidas que maridan muy bien la comida; hay ensaladas (de coles de bruselas, por ejemplo, o la de la casa que deja una sensación muy ácida y agradable); hay variedad de sabores: desde la Donna Roberta, con jalapeño, cebolla morada y alcaparras, hasta la DFectuosa, que es una combinación de chicharrón prensado y salsa verde.

En Rita, aunque la usanza italiana es ley, las tradiciones mexicanas son bienvenidas: la salsa macha, por ejemplo, es el acompañante perfecto de cada rebanada. Así como la ensalada que se pida, cualquiera que sea, le dará frescura a la mesa —yo recuerdo que incluso en días de pizza, mi abuela nos hacía comer lechuga, espinacas y arúgula en un bowl con aderezo casero—. Con el tiempo, Rita se consagrará como uno de los lugares en la Condesa cuya vibra se siente como reunirte con tus amigos después de un tiempo de no hacerlo.
@rita_lapizzafritta
Zamora 31, Condesa
Martes a jueves | 1 a 10 pm
Viernes a sábado | 1 a 10:30 pm
Domingo | 12:30 a 6 pm