Andrea Flores  y Lucía Soto son dos diseñadoras industriales de la Ciudad de México, que llevan más de seis años con su despacho Comité de proyectos, y que durante esta contingencia se percataron, como muchos de nosotros, del momento oportuno para rehabitar nuestras azoteas, como un movimiento urbanista resiliente y regenerativo.

“Algunos tienen la suerte de tener jardin o terraza en esta ciudad”, dice Andrea, “pero otros hemos aprendido que las azoteas no sólo sirven para colgar la ropa: se han vuelto espacios de descanso y recreación donde se disfruta una cierta libertad ante el encierro. Por eso, lanzamos esta colección de muebles de verano especial para exteriores”.

Mesas “Lira”

muebles

Estar sentado con comodidad y tener en dónde colocar un plato o una taza de café es prácticamente lo único que se necesita para pasar un buen rato en un espacio abierto sin salir de casa. Un sillón con el nombre de “Avenida México” y dos mesas de terrazo, llamadas “Lira”, son parte de su nueva línea que podría mejorar tu ánimo y seguro también el de los vecinos del edificio. “Por lo regular le ponemos nombre a las piezas según el proyecto de dónde salen”, nos explica Andrea sobre esta particularidad de la colección. “En este caso, el sillón original lo hicimos para un cliente que vive en Av. México, en la Condesa. Y las mesas las desarrollamos para un cliente de Parque Lira en el 2014; de hecho, fueron de lo primero que hicimos”.

Sillón “Av. México”

verano

El principio de durabilidad es clave para ellas al elegir los materiales. “Si los muebles van a durar, deben poderse reusar, reciclar, degradar. Desde las telas, hasta las bases, estas piezas cumplen con estos principios, sus materiales aguantan todo”, nos cuenta Lucía. “No les pasa nada si se mojan, si les da el sol o si cae un granizo como los que acostumbran en el defe”, añade.

En Comité de proyectos no solo ponen nombres de locaciones de la Ciudad de México a sus muebles, también disfrutan trabajar de cerca con proveedores de aquí. En este caso, el sillón y las bases de las mesas las hicieron con el herrero Jonathan Becerril, del grupo de ingenieros metalmecánicos MetalJack, en Iztapalapa. Y el terrazo (concreto con piezas de mármol) proviene de Arca, en Lomas de Bezares, una marca que tiene la colección más grande de piedras naturales.

Esta línea de muebles de verano se suma a la cultura de azoteas que hemos seguido en Local desde marzo como un fenómeno citadino. Ha sido el cambio más positivo que detectamos: esa transformación de espacios para jaulas en lugares de libertad, con todo y cojínes comodísimos de esos en los que te hundes, a gusto, para también resistir al tiempo.

 

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