Su nombre nace de la combinación de Musgo y Moomin, ambos gatitos de Beatriz, la directora creativa de este innovador proyecto inspirado en la literatura. En un mundo donde el fast fashion impera, encontramos en Musmin una marca de slow fashion que además tiene un concepto disruptivo.
Beatriz estudió literatura, pero siempre le gustó coser. Su relación con la costura es profunda y conmovedora. Ella nos cuenta que su abuela hacía a mano toda su ropa, y que eso la hacía sentir segura y querida al salir a la calle. Musmin es una fusión de sus dos pasiones: los libros y la costura.
La nueva colección de Musmin está inspirada en el universo de Orlando, de Virginia Woolf. La historia comienza en el siglo XVI, en donde las prendas y el ritual de vestirse era radicalmente distinto al actual. Orlando, el protagonista, atraviesa por historias de amor y cambios de época a través de las cuales tiene que cambiar de sexo inevitablemente. Este ser andrógino es un punto clave para la nueva colección de Musmin.
Orlando surge en un contexto pandémico. En el tiempo en que vestirse para salir era un evento excepcional. La colección nos transporta, con toda la intención, a un mundo diferente, en el que debes contemplar el tiempo necesario para poder abotonar tu Blusa Luis XIV, por ejemplo. Darle importancia a lo que te viste es la línea que Musmin sigue para esta línea de prendas. Podemos pensarla como una especie de fuga, algo disruptivo que nos transporta a otro mundo, en el que mostrar nuestra identidad a través de la ropa que usamos es fundamental.
La producción de esta colección fue laboriosa, por todas las particularidades que implica transformar una sudadera o un pants en prendas isabelinas. Nos dice Beatriz que aunque producirla fue compleja, para su marca es importante transmitir la misma sensación que tenía ella al usar prendas hechas por su abuela. Pensar: “Alguien cree que lo valgo, que valgo todo este tiempo y este trabajo”. Además, cada prenda de Orlando es limitada, es decir, fugaz. Cuando se van no vuelven a existir. Eso hace especiales las prendas de Musmin, y al mismo tiempo vuelve especiales a los cuerpos que los portan.
El ser andrógino que protagoniza esta colección, también vuelve a Musmin una marca políticamente disruptiva. Sus modelos corresponden a esa apariencia andrógina y una elaboración de maquillaje y peinado totalmente especiales. Orlando nos ofrece la posibilidad de vestirnos sin importar nuestra identidad de género, tal y como lo hace el protagonista de esta obra. Orlando es probablemente el primer personaje queer que encontramos en la historia de la literatura.
La elaboración de Orlando, nos cuenta Beatriz, implicó un análisis de su propia identidad y de la identidad de lxs otrxs. “El abanico es mucho más grande de lo que nos han querido hacer pensar”, dice Beatriz. Las implicaciones políticas sobre la identidad, y sobre la performatividad del cuerpo en esta colección son algo cautivador.
En el futuro Musmin traerá cápsulas igual de maravillosas que sus colecciones. La cápsula que viene está inspirada en un libro de rezos de María Sabina. La esperamos muy emocionadxs, pues seguramente nos transportará a un mundo nuevo. Al contarnos sobre esto, Beatriz nos dice que la idea de su proyecto es que cada autor que inspire sus prendas tenga una postura política y una postura ante el mundo, pues la literatura está llena de misoginia y formas de odio parecidas.
De eso se trata Orlando, de abrir nuestras posibilidades en un mundo que también está abriéndose de nuevo. De salir a la calle con la seguridad de que alguien pensó tanto en nosotrxs, que se tomó el tiempo de diseñar prendas tan únicas como nuestra identidad, y que puso mucho amor al hacerlo.
Fotografía @€stuvez
Estilismo @gesendra
Peinado @interdimensionalife
Maquillaje @bellezade_cantina
Modelos @carinaore @diego_the_darling
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