Lorena Vega nació en Torreón, Coahuila pero a los diecisiete se mudó a la Ciudad de México. Al mero centro, para ser precisas, donde empezó su propia marca de ropa:  Ket Void, se llama. Se identifica como un proyecto de investigación de manufactura justa y local, que por ahora se expresa a través de la indumentaria, pero en realidad está abierto a otro tipo de objetos. “Ket void” era el username de Myspace de su amigue de cuando tenía diecisiete. Eso fue hace un poco más de diez años. Las cosas desde aquel entonces cambiaron mucho, pero Lorena mantuvo el dedo firme en el renglón y nunca soltó su proyecto.

La primera colección vio la luz en el 2015 con una serie de sudaderas brandeadas en tela reflejante. Y posterior a esa eclosión, Ketvoid ha sostenido una producción misteriosa y espaciada, fiel a las posibilidades y necesidades expresivas de su madre creadora. Lorena es artista, lo que hace es arte y su medio son los objetos funcionales; en ese caso y por ahora, la indumentaria. Cada colección cuenta con un aproximado de cinco o seis piezas, que tardan incluso años en adoptar una forma y ser creadas. La producción es pequeña, la escala es apretada y seductora: pocas cosas, bien definidas. Cada pieza habla por sí misma.

El estilo cambia porque Lorena cambia y su deseo de plasmar su percepción es lo que le dicta el ritmo. No es moda, no se acomoda. Una tiene que acomodarse, lograr entrar entre el látex y los zipers y los amarres. Cada colección de Ketvoid se sostiene en una ficción. Porque para vivir hay que soñar o fantasear. La inspiración que da el intrincado despliegue de calles y personas que constituyen el centro de esta ciudad, la noche, los vórtices que se forman hacia arriba y hacia adelante entre los edificios pegados, uno al lado del otro. Esa energía te succiona y esa también es la vida.

Lorena dice que son “uniformes”, que eso es algo que a ella la conecta para pensar las piezas. Piensa en personajes e inventa narrativas para cada una. Por eso también son tan distintas, porque las historias van cambiando. La pulsión es fiel a ella, no se abandonan la una a la otra. Nunca. Lorena Vega es una de las pocas militantes del misterio que conozco. Ella cree que el underground está muerto, en parte gracias a Instagram y la deprimente compulsión de reducir todo a imágenes mega digeridas, normales, aburridas, capitalizables. Ketvoid es su plataforma de aguante. Ahí ella aguanta y va de a poco, descifrando el enigma que no termina nunca.

La última colección se llama Cápsula y acaba de salir. Tiene de todo, un traje increíble que lleva de nombre Atropellada y está hecho de una tela que da la sensación de protección absoluta,y hace mimesis con el asfalto y las huellas de los neumáticos. O los pantalones Moshpit, inspirados en la hora pico del metro de la CDMX, dibujados con cloro a través de unas placas de serigrafía sobre una tela negra perfecta (los dibujos son de Lorena, obvio). Una sudadera muy Andrea Caracortada. Y algunas prendas más que prefiero que descubran por su cuenta.

www.ketvoid.com