Sabemos que lo que la pandemia ha dejado en la moda ha sido el retorno del flaneur, de regresar a la calle, acuerpamos al nómada y resignificamos el concepto de la moda dándole un sentido arquitectónico y cinemático que nos hace pensar que no es tan descabellado imaginarse viviendo en Blade Runner o El Quinto Elemento, y eso es algo de lo que nos habla Jablonicky. En los años sesenta recuerdo a Hans Rucker Co, el colectivo italiano de arquitectos que comenzaban a experimentar con el borde del cuerpo y el espacio público, realmente el acercamiento del cuerpo como frontera, nos hace apegarnos a la idea de cuerpo como hogar, y plataforma de experimentación e imaginación.

Jurek Jablonicky, diseñador del concepto, imagina personas vestidas después de la pandemia, estas imágenes se originan pensando en la post pandemia, la moda como plataforma ficticia que es la evidencia más real de lo que estamos viviendo ahora. Conocemos diseñadores que han aportado perspectivas similares, como Moncler, Craig Green o Rick Owens quienes han buscado hacer del cuerpo un dispositivo con la ropa. El LOOK 1 de Jablonicky, con los volúmenes que lo componen, los drapeados y las texturas, se asemejan a un nido que además de ser una herramienta ideal para la estación de lluvia, nos diseña muy bien. A través del imaginario de la moda, Jablonicky es una apuesta de estar del hombre contemporáneo desde los cortes de los sacos, texturas y volúmenes que nos hacen pensar que el futuro nos sigue, y que la moda está un paso más adelante que nosotros. Y no sé si sabría nombrarlo moda o acuerpamiento, porque Jablonicky nos hace pensar en las carpas para usar en la calle y que definitivamente nos encanta, porque si hay algo que sabemos del hombre Jablonicky es que le gusta explorar con lo que se pone, los cortes semi deconstruidos nos hacen pensar en un hombre formal con un spicy que queremos conocer.

Si el cuerpo ha pasado a ser nuestra próxima frontera exploremos con nuestros bordes, colguémosle un saco abierto, una casa de campaña para caminar hasta donde no den más los pies, que la sazón de la ropa nos haga sentir que la sensualidad y la sensorialidad que nos aporta la ropa es real. Más allá de los complementos que tenemos que utilizar por la emergencia sanitaria, imaginemos que la ontología del vestido será la evidencia de nuestro acercamiento más efìmero a una estética futurista desde una perspectiva humana.

Celebremos los acercamientos a nuestras fantasías, de los desbordes, de los devenires, de ser más que un cuerpo, de ser seres sensuales y estilizados, ahora a través de esta propuesta Jablonicky de la temporada de verano en la ciudad de México, que por cierto, ha estado muy lluviosa, para quien no quiera perder el estilo y busque cubrirse, tenemos opciones.