La familia Barragán adquirió La Paletería Maya un 9 de septiembre de 1974. 46 años después, sigue siendo uno de esos lugares donde la vida se pone en pausa y el eterno calor del Eje Central baja varios grados. Hay una pareja de periquitos que viven en una jaula en la fachada que ayudan a transportarte a un paraíso tropical, sentarte en la sombra y saborear tu paleta.
Guillermo Barragán atiende la Paletería Maya con sus dos hijos y su esposa, pero cada uno de sus 10 hermanos y su madre han pasado por la peletería de alguna manera. “Se puede decir que todos llevamos el helado y el frío de las paletas en la sangre”.
Cuando abrió La Maya, el Eje Central Lázaro Cárdenas era una bonita calle de doble sentido y camellón en medio que se llamaba Niño Perdido y a escasos 50 metros del local estaba el Cine Maya: un famoso cine familiar que le dio el nombre a la paletería. En aquel entonces se hacían unas filas enormes para ver las matinés, que costaban 50 centavos y eran de permanencia voluntaria. Eso beneficiaba mucho a La Maya porque las personas formadas bajo el sol no se resistían a comprar una paleta.
“Este tipo de negocios son muy rentables siempre y cuando le pongas empeño y corazón a lo que haces. Yo creo que cada quien desde lo que hace, si le pone amor a su trabajo siempre se va a ver favorecido,” nos dice Guillermo.
En La Maya le ponen todo el cuidado a las paletas y siempre están inventando nuevos sabores de temporada. En septiembre tuvieron la de nogada, por ejemplo, y ahorita está la de pan de muerto con relleno de café de olla, y la de calabaza con piloncillo. Ambas realmente recomendables.
Menú de paletas
El menú de la paletería es inmenso y cuesta decidir entre todas las ricas opciones. Hay paletas envinadas, enchiladas, de agua y de crema, y mes con mes crean nuevos sabores. En noviembre viene la de ensalada de manzana y en diciembre la de rosca de reyes (algunas traen muñequito y si te sale te lo cambian por una paleta).
“Nos distinguimos por el buen trato al cliente y por nuestros productos siempre de calidad. Nuestros clientes llegan por recomendaciones de boca en boca. Hemos visto pasar aquí a muchas generaciones. Llegan clientes a los que les despaché cuando eran niños y ahora traen a sus nietos.”
La Paletería Maya ya es un ícono de la Doctores. Resalta en la zona por su estilo clásico y es un punto de referencia. La gente se da cita en esta esquina aunque no vayan por una paleta. Es un lugar especial que sabe a pasado y a frescura.
Paletería Maya
Calle Dr Velasco 1, Doctores
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