Lo que empezó como una farmacia en 1903 y luego, después de la Revolución, se convirtió en una casa de té y una fuente de sodas en la Casa de los Azulejos, hoy, ya en la “era Slim”, es la tienda salvavidas por excelencia y es también un templo al consumo nacional por ser, hay que decirlo, conveniente. Es imposible vivir en México y no pisar un Sanborns.
Uno casi siempre entra ya sea para comprar algo muy específico, como unos Pon Pons, o bien para hojear revistas: actividad insigne del “señor” mexicano. Pero si no tienes tampones, si necesitas aspirinas, condones, cigarros, chocolates o hasta un telescopio… allí está todo. Resuelve también el regalo de última hora porque hay corbatas, vinos, puros y gadgets para navegar un barco, para ver las estrellas. Por si fuera poco, también venden maquillaje, ropa, medias, fajas, mochilas, paraguas, lentes, artesanía mexicana, pipas para fumar cualquier cosa y objetos de verdadera curiosidad.
I. Empecemos por la dulcería; dulces favoritos de la marca propia:
1. Los Pon Pons, tan ricos quizás porque recuerdan al cine, son el hijo pródigo de la tienda.
2. Las barras de chocolate El Capitán (con cajeta), el Manicero (con cajeta y cacahuate), el Cocolete (con coco en lugar de cacahuate) y el Tecolote (con cajeta y naranja) cuestan 14 pesos y tienen lo suyo.
3. Las barras de chocolate amargo y las mentas Sanborns, con sus envolturas elegantes como para “damas y caballeros”, son también distinguidos miembros de la familia Sanborns.
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II. Pasemos a la farmacia: un kit atemporal de primeros auxilios por $100 pesos:
1. Vitacilina (17 pesos), ese producto que sin duda es “muy “buena medicina”, es como si fuera parte de la estética de Sanborns y su diseño no ha cambiado mucho desde que se inventó.
2. Merthiolate marca Bayer (19 pesos), con el olor que seguro recuerdas emanando de tus rodillas raspadas.
3. Agua oxigenada Dermocleen (16 pesos), con un bote horrible que parece sacado de un sanatorio de los 50.
4. Alcohol Protec (15 pesos), el mismo desde que te descalabraste en el campamento.
5. Bicarbonato de sodio Químicos Cali (8 pesos), para disolver en agua después de una comida pesada, una cruda, o cuando te huelan las axilas (haciendo una pasta para usarlo como desodorante).
6. Aspirinas Bayer (27.50 pesos), el mientrastanto por excelencia para dolores de cabeza, cólicos, crudas o golpes.
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III. Remedios de Belleza; productos nostálgicos que funcionan:
1. Crema Goicochea para las várices y la circulación ($52 pesos), esa que veías a la venta en el canal local pasadas las 2 AM.
2. Crema Teatrical (30 pesos), porque la señora de la tapa es como parte de nuestros fantasmas mexicanos y porque cabe perfecto en la bolsa y funciona de maravilla.
3. Tarro chico de Concha Nacar Anabella (24 pesos), un remedio de los dioses para eliminar cicatrices.
4. Agua de Colonia Sanborns (44 pesos), a nadie le gusta el olor pero no podemos negar que es también como un fantasma del pasado. Aparte ahuyenta los moscos y refresca el ambiente cuando hace calor.
5. Talco Maja (77 pesos), pregúntale a tu abuela si conoce el famoso talco pseudo español y seguramente tiene uno por ahí porque es de los mejores.
Todos conocen ya este templo del consumo mexa y la mayoría siente un encuentro entre disgusto y amor por su existencia, pero nadie puede negar que ha salido de apuros y se ha sentido como una “dama” o un “caballero” comprando productos caprichosos de distinción. El hecho de que sea parte de nuestro imaginario, que albergue tantos recuerdos específicos y que funcione tan bien es, desde luego, porque su dueño siempre ha sabido sacar ventaja a cualquier negocio. Y bueno, porque al parecer en México nos encantan los fantasmas.