Universum es un lugar necesario para la ciudad. Tiene una tarea específica –que pocos dominan– que lleva haciendo especialmente bien desde 1992: comunicar la ciencia al público. Pero la información y las formas de acercarse al conocimiento cambian, y así cambia ahora Universum. A propósito de sus 25 años, el museo tiene un nuevo proyecto de remodelación que es una apuesta a la tecnología. Y suena muy prometedor.

Los cambios van más allá de una remodelación física. Primero modificarán la forma en que se aborda la ciencia; es decir, ya no se dividirá por materias sino por temas que serán vistos desde la perspectiva de varias ciencias. Temas actuales como sostenibilidad, cambio climático, genoma humano, agua, energías renovables y temas de salud de coyuntura, como la obesidad, la diabetes, la falta de educación física y la nutrición, entre otros.

Habrá realidad virtual o aumentada. Así, acontecimientos extraordinarios, como el salto de una ballena o el nacimiento de una jirafa se podrán ver en tercera dimensión. Habrá incluso un laboratorio para aprender sobre el desarrollo tecnológico.

Por último, cambiará la arquitectura, tanto interior como exterior. La fachada será más moderna y el edificio funcionará de forma sostenible con energías renovables y sistema de captación de lluvia.

El museo se mantendrá abierto durante el proceso de remodelación y sólo se irán cerrando y abriendo secciones.

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