Las publicaciones producidas por artistas, a diferencia del canon de la literatura, generalmente presentan textos a un lado de fotografías, dibujos y demás medios gráficos, haciendo que la escritura tropiece con la imagen para producir un efecto no sólo narrativo sino visual, que el lector completa con su mirada particular. A continuación les sugerimos tres opciones publicadas en México que van de una historia de amor a la lejana selva amazónica.
Marcel Duchamp. Un juego entre mí y yo
François Olislaeger. Colección El Cuarto de las Maravillas. Turner, México, 2015.
A la manera de un biombo se despliega Marcel Duchamp. Un juego entre mí y yo, donde el dibujante François Olislaeger se dio a la tarea dibujar un cómic de 6 metros para contar cronológicamente la vida cultural y artística del autor del urinario más famoso de la historia del arte. Además de la belleza de los trazos, el libro está lleno de anécdotas y acontecimientos clave en el arte moderno a las que el autor se aproxima desde un gran sentido del humor. [Ver más]
Fordlandia
Melanie Smith, et. al. RM + Periferia Taller Gráfico, México, 2014.
Junto con un equipo de camarógrafos, la artista inglesa radicada en México, Melanie Smith, decidió emprender un viaje a la selva amazónica en búsqueda de Fordlandia, la ruina de la colonia que Henry Ford construyó en la década de los veinte para extraer látex natural que tendría como fin último la producción de neumáticos. En el libro se documenta con fotografías cómo, tras su abandono, la naturaleza fue apoderándose del complejo industrial. El trabajo de la artista se acompaña de textos críticos que abundan en la relación entre el paisaje de la fábrica y el natural, entre lo vivo y la máquina. [Ver más]
Conjunto Vacío
Verónica Gerber. Almadía, México, 2015.
“Soy una artista visual que escribe”, repite una y otra vez Verónica Gerber, quien lo mismo presenta murales de diagramas en museos como libros difíciles de clasificar en un género. Tal es el caso de Conjunto Vacío, un libro fundamental en la literatura mexicana de esta década, en el que Gerber utiliza el fragmento narrativo y el dibujo basado en diagramas de venn para contar una historia que transita entre un amor fallido, la experiencia de una hija que llega a México tras la dictadura argentina y una serie de historias fascinantes sobre artistas interesados en grafías que, a primera vista, no significan nada. Quizá la cualidad máxima del libro es la empatía que genera al aproximarse a problemas cotidianos, al tiempo que ejerce una crítica a la forma en que razonamos las sensaciones y a las normas clásicas para contar una historia. [Ver más].