El otro día les contamos acerca de Algo.Local, el espacio donde cinco creativxs que respetamos muchísimo hablarían sobre sus preocupaciones creativas. ¿Existe la inspiración? ¿Cómo echar a andar un proceso creativo? ¿Desde dónde cuestionar el statu quo estético?
Pensando en esas preguntas fue que realizamos la primera edición de Algo.Local el pasado jueves 18 de abril, en las instalaciones de LagoAlgo. Contamos con la participación de María Isas, del proyecto de arte y diseño Sentimiento; Michel Ortega y su proyecto de memes y arte contemporáneo Somos la Nueva Ola; Norberto Miranda, de diseño Bolsón; Ananda Cordero de Queremos Pastel, y la productora y DJ Danika Vanderlinden. Además, todxs ellxs colaboraron con una pieza. Temporal, en el caso de la escultura comestible de Ananda, o de plano inaprehensible, como el DJ set de Vanderlinden.
Reciclaje y creatividad
María Isas habló, en un tono etéreo y sensible, acerca de la lenta transformación de los materiales usados en la industria de la moda. El reciclaje y la reinterpretación de la ropa forman parte de su visión como creadora, pero siempre consciente de que “una primera alternativa” para reducir el impacto de nuestras actividades “es parar el tiempo”, o sea, reducir el consumo acelerado y dejar de fragmentar el año en temporadas. “Por eso yo no tengo colecciones”, añadió. María colaboró con una pieza titulada La voz del presente, que podrás ver este fin de semana en LagoAlgo.
Por su parte, Michel Ortega habló acerca de las dos salidas de su trabajo artístico: una plástica y otra digital. Su principal línea de investigación es entender el potencial viral de las ideas, cómo algunas se propagan “como el covid”, mientras que otras pasan desapercibidas. En su opinión, todo sistema creativo pasa por un “paradigma memético”, o sea, una cadena de consumo, digestión y producción de nuevas ideas. Michel resaltó la importancia de hacer consciencia sobre nuestrx ingente consumo de información mientras exponía algunos de sus memes.
El genial Norberto Miranda comenzó su turno diciendo “tengo una relación con el plástico”. Esta confesión sirvió como pretexto para hablar acerca de la dignificación de los desechos, el potencial social de los proyectos de gestión cultural y la aportación crítica que supone incorporar el arte a la vida creativa. Norberto, quien se ha especializado en desechos plásticos, explicó ante un auditorio mayormente joven cómo la repetición es la base del oficio: “Repites y repites y repites hasta que tienes una revelación”. Sin embargo, este oficio no descarta las “ridiculeces místicas” como fuente inagotable de inspiración. Norberto no quitó el dedo del renglón acerca de la función social del arte: “Cerraron los museos durante la pandemia y nadie nos extrañó”, dijo, pero no tirándose al piso. Por el contrario, motivó al auditorio a “encontrar lo que está devaluado, lo que a nadie le importa” porque ahí está la libertad creativa. Su pieza, P.O.V.: You’re a Banana, una instalación inflable que invita a reflexionar sobre el uso de plásticos de un solo uso en los cultivos plataneros.
Nuevas ideas puestas en marcha
Ananda Cordero habló sobre su trayectoria y relación con la comida, primero como fundadora de la revista Pistache, y ahora como food artist. Su práctica explora las capas sensoriales —visual, olfativa, gustativa— de los alimentos. Para ella, la comida es un lienzo perfecto por su potencial interseccional, que pasa por lo político, económico y, el aspecto que más le interesa, lo social. La interactividad de la comida se activa al ser tocada y destruida: chef y comensal forman parte de una misma exploración, de un mismo performance. De ahí que Comerse un lago, su pieza para AlgoLocal, echara mano del recurso museográfico del diorama para emular el exuberante paisaje de Chapultepec mediante retazos de pan, kale y aceitunas, entre muchos otros ingredientes. Sobra decir que no quedó nada de esta pieza comestible.
Finalmente, Danika Vanderlinden participó con una reflexión sobre el potencial sanador del arte. Sus palabras buscaron armonizar un concepto del arte de la cotidianeidad: “Tender una cama y oler las sábanas limpias es arte”, sentenció. Más allá de la técnica de su práctica sonora, Vanderlinden expuso cómo parte de su relación con la creatividad viene definida por el inevitable cuestionamiento de si la inspiración “nace o se hace”, y el consecuente análisis interno.
La noche cerró con Vanderlinden a cargo de las tornamesas mientras lxs comensales interactuaban con —o sea, devoraban— Comerse un lago. Afuera, en el balcón que mira al lago, los negronis motivaban nuevas conversaciones entre artistxs y asistentes: atestiguamos el inicio de un nuevo ciclo del paradigma memético. Nuevas ideas fueron puestas en marcha. Eso fue AlgoLocal: una celebración del arte mutante.
La primera exposición de Algo.Local está ya disponible en LagoAlgo.
Exposición Algo.Local
LagoAlgo
Pista El Sope, Chapultepec II Secc.
19 – 21 abril
8.30 am – 7 pm