NWR. Unas iniciales que los fans del director de cine danés Nicolas Winding Refn ya conocen. Para los que todavía no, no te preocupes, queda muy poco para que el cineasta lo convierta en una marca. Dichas iniciales abren su último filme, The Neon Demon, al aparecer sobre un fondo casi de terciopelo de colores saturados y eléctricos como si de un comercial de perfume se tratase. La película, que no ha dejado indiferente a nadie y ha recibido todo tipo de críticas, se presenta en nuestra querida Cineteca Nacional.
Nicolas creó su club de fans y admiradores en 2011 cuando estrenó Drive. Entonces, percibimos las primeras pautas de la estética Refn: velocidad, violencia, estética y música. El director ha repetido todas ellas en su nuevo filme. Vuelve a controlar perfectamente los tiempos en el ritmo de la película, usa de nuevo la violencia como un factor determinante en la historia, cuida al detalle la estética, sobre todo de sus personajes, y vuelca gran parte de la importancia en la música.
El Demonio Neón narra la historia de Jesse (Elle Fanning), una chica adolescente que llega a Los Ángeles para convertirse en una gran modelo, pero su sueño se ve interrumpido por las envidias convertidas en violencia de sus compañeras de profesión, más grandes que ella y, en teoría, acabadas dentro de la industria de la moda. Todo parece sencillo alrededor de la temática pero lo sencillo no es propio de NWR: el cineasta lleva este tema hasta los límites y crea ambientaciones que ponen al espectador ante lo más absurdo de las situaciones.
Pero como decíamos, la historia no es lo determinante para Refn. Es solo un motivo para hacer de ella su propio nirvana visual. La película está puramente concebida para el disfrute contemplativo y auditivo: escenas coloridas y rítmicas que juegan con los límites del espacio y que te darán la sensación de estar viendo un comercial de J’adore, de Dior, se musicalizan con los temas de Cliff Martínez, ex batería de Red Hot Chili Peppers y asiduo colaborador de Winding Refn, quien con sus notas te transportará mentalmente al antro más in del momento.
Criticada por muchos, pero alabada por otros tantos, The Neon Demon es una película de arte hasta la extenuación y por ello genera sensaciones en el público difíciles de explicar. Ámala u ódiala, pero vela.