Pantalla blanca es una iniciativa privada que sucede en una casa en el Pedregal. El proyecto comenzó como una galería digital que había que ver con unos lentes de realidad virtual, pero también con un espacio físico definido para ver una exposición condicionada de una manera muy atractiva: se elige un curador que propone una muestra, generalmente colectiva, de artistas que no están representados oficialmente y todo el discurso se acompaña por un video, no necesariamente explicativo, sino complementario. Lo cautivador es que el curador en turno tiene la tarea de nombrar al siguiente curador para replicar la escena.
© Rubén Gutiérrez
Violeta Solís Horcasitas fue la curadora de Puras cosas nuevas y eligió a Renato Ornelas para ser el curador de Black Lodge Inn aunque a él no le gusta que la llamen así; le parece un título exagerado porque entiende la curaduría como una manera de editar una historia por medio de la agrupación elementos que se relacionan entre sí. Esta exposición reúne el trabajo de Christian Castañeda, Fermín Díaz, Alejandro Nubo y el vídeo de Rubén Gutiérrez.
Black Lodge Inn es un concepto que proviene –los amantes de Lynch lo sabrán–de la serie Twin Peaks. Hay una Logia Negra y una Logia Blanca, las cuales son lugares extra-dimensionales conectados. La negra es un lugar de oscuridad y maldad, mientras que la blanca es un lugar de bondad. Las logias parecen estar conectadas a través de la “Sala Roja”, tal como lo ve el agente Cooper en un sueño en el que se ve a sí mismo 25 años más viejo sentado en una silla. La idea principal gira en torno a un espacio no-espacio de completa belleza y terror, de dualismo, realidad y ficción, un portal para acceder a otra dimensión.
En la exposición hay un túnel creado por Fermín Díaz. El momento en el que el espectador se agacha para acceder recuerda un poco al momento de entrar a un temazcal en el que se espera una transformación. La cueva tiene agujeros pequeños que filtran la luz de colores y la vista que se acostumbra a la oscuridad empieza a definir rayos de luz que se disparan hacia todos lados acompañados por humo como de antro.
Hay globos con dibujos de Christian Castañeda: ojos que se salen de órbita, pupilas dilatadas, estallamiento y derretimiento que representan un festín de drogas, etapas de euforia, placer, auto-conocimiento e introspección. En las paredes cuelgan óleos de Fermín Díaz que aluden al cuerpo, a sus partes, sistemas, organismos y reacciones; es abyección pura, una disección con el objetivo de comprender las funciones.
En el centro hay un nido rodeado de huevos de cerámica de diferentes tamaños que hizo Alejandro Nubo. Son huevos negros y otros de colores con elementos que recuerdan al inicio del todo y a las teorías creacionistas, empollar, crecer, ser…
También se puede ver una proyección de una pieza de videoarte de Rubén Gutiérrez.
Black Lodge Inn es la pregunta por el cambio de estado: ¿cuándo eres una cosa? ¿cuándo eres otra? y ¿dónde se lleva a cabo este suceso?
La exposición se puede visitar hasta el 15 de julio previa cita en [email protected].