Los patinetos pasan la vida tratando de reconciliar el equilibrio y la gravedad, luchando por negociar una tregua que les dure por el periodo de un truco. ¿Quién hubiera dicho hace 10 años que un skate park, tan vilipendiado por ciudadanos y gobiernos, iba a ser un regenerador urbano…? ¿Quién que los patinetos iban a ser un ejemplo de comunidad y buen uso del tiempo? Pues he aquí Barrio San Antonio Skate Park, que desde que abrió hace un par de semanas en la colonia Tránsito recibe ya a cientos de patinetos de toda la ciudad y los sostiene –duro pero altruista– en cada una de sus caídas.
El espacio que ahora ocupa Barrio San Antonio Skate Park solía ser un paradero de microbuses en una zona marginada de la colonia Tránsito, en el Centro Histórico; una zona “extramuros” que quedó fuera del proyecto de recuperación urbana del centro y que ahora se enciende como un epicentro de aire libre capitalino y un puente perfecto para conectar con el segundo cuadrante del centro. El proyecto estuvo a cargo de Nike SB que, junto con el Fideicomiso del Centro Histórico, propuso revitalizar este estancamiento de peseros y convertirlo en una propiedad colectiva que además les quedó alucinante. Es uno de los mejores ejemplos que tenemos hoy por hoy de recuperación urbana.
Un skate park es un espacio coherente. A diferencia de la tan conocida “gentrificación” (entendida como el reclamo del espacio urbano por personas de una posición económica más alta que los usuarios previos), un parque de skate no quiere subir el precio de las rentas sino contener a una cultura callejera que, al menos en México, está evolucionando a niveles competitivos internacionales. Fue desde luego Nike quien propuso esta idea para impulsar la práctica y reforzar una identidad local, y ahora la Ciudad de México tiene una locación de primera donde todos son bienvenidos a practicar.
California Skateparks –discutiblemente el mejor estudio del mundo para esto– diseñó Barrio San Antonio, y nada menos que Luis Ponce hizo el mural de azulejos rotos que te recibe inmenso al entrar.
En la inauguración el pasado Skateboarding Day llegaron miles de skatos capitalinos que se toparon en la pista con los atletas Nike SB Leticia Bufoni y Gabriel Fortunato que estuvieron horas rodando y flotando alrededor de las rampas.
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Desde hace una década se escucha hablar de la rehabilitación de los paraderos de microbuses, y lo cierto es que sólo pocos han cambiado. La mayoría permanecen ocupados informalmente por peseros abandonados, vacantes. Es una suerte que alguien les arroje luz, porque a menudo los lugares más extraños son potencialmente los más fértiles.
Cualquiera puede ir a practicar todos los días de 9 a 19 horas. Y para las nuevas generaciones, los niños de 2 a 14 años están invitados todos los sábados de 10 a 19 horas a las sesiones de Honor Roll, que son clases gratuitas de skateboard impartidas por Nike SB México.
Y ya si andan por ahí en la antes San Antón de los Rastrereros, hoy colonia Tránsito, pasen a comer unos tacos de carnitas en El Abanico. Y si de ropa usada se trata, súrtanse en las pacas del callejón de Fray Servando o, si la prefieren nueva, en las tiendas aledañas al metro San Antonio Abad.