El pozole es uno de esos platillos que podemos comer en cualquier época del año, sin embargo, sabe mejor en ocasiones especiales y el comienzo del otoño es un buen pretexto para reunirse y comer una gran porción. Decidimos revisitar uno de los favoritos de la CDMX: el pozole de Moctezuma en la colonia Guerrero.
El pozole es un platillo con raíces prehispánicas, Fray Bernardino de Sahagún y Bernal Díaz del Castillo escribieron sobre su preparación y rituales en la ‘Historia general de las cosas de Nueva España’ y en ‘Historia verdadera de la conquista de la Nueva España’, respectivamente. En ‘El pozole de los guerreros’, Rodrigo Llanes explica que este platillo era exclusivo de estos, pues se preparaba con la carne de un enemigo de su mismo rango capturado en el campo de batalla; y al mismo tiempo, otros grupos, como los comerciantes, crearon sus propias variantes de este platillo.
Recibiendo su nombre del náhuatl “pozolli” y a su vez de “tlapozonalli”, que significa espumoso, en su preparación se usan granos de maíz cacahuazintle, los cuales se abren como flor al cocerse, y les da una apariencia de espuma. Actualmente existen diferentes variedades de pozole, ya sea por el tipo de carne que se emplea (maciza, cabeza o pollo), así como las diferentes formas de condimentar el caldo desde chile guajillo y ancho, conocido como estilo Jalisco; el clásico pozole blanco y por supuesto, el famoso pozole verde, originario de Guerrero. Esta variedad surgió cuando las cocineras agregaban un mole verde al pozole blanco que les sobraba del día anterior. Para obtener este color característico, el caldo se prepara con tomates verdes, epazote y pepita de calabaza.
No es necesario viajar, pues en la ciudad existe ‘El pozole de Moctezuma’ el cual lleva más de 70 años siendo ese rinconcito del estado de Guerrero en la capital. Aquí puedes disfrutar de pozole blanco, pero su especialidad es el verde, el cual se acompaña con los sabores del estado: en la sierra le ponen el chicharrón, en el altiplano el huevo y en la costa la sardina.
La mesera lleva a tu mesa cada uno de los ingredientes que acompañan el platillo y prepara el pozole frente a ti agregándole un chorrito de mezcal para que todo amarre.
Puedes visitar ‘El pozole de Moctezuma’ en el número 12 de la calle Moctezuma en la colonia Guerrero, a solo unos pasos de Avenida Reforma. Toca el timbre que dice “pozole”.