Durante la década de los 60 y parte de los 70, la Zona Rosa en la colonia Juárez, era una de las áreas culturales más importantes del ex Distrito Federal. En sus calles se reunían intelectuales de la época, artistas y todas aquellas personas chic de la ciudad. Uno de los espacios más emblemáticos de la Zona Rosa en esos años fue el Pasaje Jacarandas, el primer centro comercial de la Ciudad de México.
Generalmente se ha considerado a Plaza Universidad como el primer complejo comercial de la ciudad, sin embargo, la investigadora Eloisa Mora ha declarado en entrevistas que el Pasaje Jacarandas llegó antes debido a sus características: “Contaba con negocios, áreas comunes, restaurantes, cafés y todo lo que hoy podría ser considerado como básico de una plaza”. Y sin embargo, este pasaje de la Zona Rosa era muy diferente a los que conocemos hoy en día.
Los arquitectos detrás de esta plaza fueron Ramón Torres y Héctor Velázquez, ambos fueron importantes representantes del Movimiento Internacional de Arquitectura en México. Este estilo, también conocido como ‘estilo internacional’ estaba caracterizado por volúmenes uniformes, el uso de materiales como acero, concreto, y vidrio; cubiertas planas, y patios centrales. El Pasaje Jacarandas fue el edificio comercial que representó el estilo internacional o modernista en la Zona Rosa.
El Pasaje Jacarandas estaba en un predio en las calles de Liverpool, Londres y Génova, esta ubicación privilegiada fue gracias a que cuatro propietarios fusionaron sus terrenos para poder ligar las tres calles colindantes por medio de pasos peatonales que se unían en una plaza central.
El pasaje estaba conformado por un solo volumen de una planta en donde los negocios tenían opción a un mezzanino interior; el estacionamiento se ubicaba en la azotea para aprovechar al máximo el espacio y darle preferencia a los peatones. En el Jacarandas resaltan los amplios cristales en los negocios y restaurantes, un espectáculo para los transeúntes y los posibles compradores.
En el Pasaje Jacarandas se encontraban algunos de los restaurantes más populares de la época como el Toulouse Lautrec, La Trucha Vagabunda, Alfredos, Le Bistrot; así como diferentes tiendas, por ejemplo, Discos Zorba en una de las entradas del pasaje, y galerías de arte como la Oso Blano de Alex Duval pintor y escultor; así como la tienda-taller del joyero y escultor Ernesto Paulsen.
Muchos autores e investigadores asocian el declive de la Zona Rosa a las fuertes represiones en contra de estudiantes e intelectuales después de lo sucedido el 2 de octubre de 1968. Poco a poco los locales del que era el corazón de la Zona Rosa y que servían como punto de encuentro fueron perdiendo afluencia y cerrando; dando por terminado el capítulo de lo que fue el elegante y bohemio esplendor del Pasaje Jacarandas y la zona.