El vino en la CDMX está viviendo su mejor momento. En los últimos años, hemos visto cómo lugares como Escorpio, Vinos Chidos, Rimessa, Bodega Fantasma, entre otros, han transformado la escena nocturna con botellas que rompen las reglas del mercado tradicional. Hablamos de vinos naturales, orgánicos, con propuestas arriesgadas y etiquetas que no solo se beben, sino que se cuentan como historias. Es un fenómeno que no para de crecer, con nuevos espacios y bares surgiendo a cada esquina, y un interés palpable por conectar con los orígenes y procesos detrás de cada copa.

En este contexto, Nación de Vinos llega en su sexta edición como algo más que un festival; es una celebración del vino mexicano y su innegable lugar en este boom cultural. El evento, que tendrá lugar los días 22 y 23 de enero en el Campo Marte, reúne a lo mejor de la vitivinicultura nacional con más de 80 bodegas, restaurantes de alto calibre como Quintonil y Rosetta, y hasta los bares más reconocidos como Handshake Speakeasy y Licorería Limantour.

Lo emocionante de Nación de Vinos no es solo la cantidad de opciones, sino la manera en que puedes interactuar con los enólogos y productores. Es un espacio diseñado para escuchar las historias detrás de cada vino, entender los procesos y descubrir etiquetas que probablemente aún no has probado. Además, el evento se abre este año a un público más amplio gracias a la venta de boletos en Boletia, lo que lo convierte en una oportunidad imperdible para los amantes del vino, desde los más casuales hasta los que ya tienen su cava llena en casa.

Otro detalle que lo hace especial es el enfoque en la diversidad. Este año, San Luis Potosí será el estado invitado de honor, trayendo no solo sus vinos, sino también su riqueza cultural y gastronómica con chocolates Constanzo y mezcal potosino. Porque sí, el vino mexicano tiene matices que van más allá de los clásicos de Valle de Guadalupe o Querétaro.

Pero, más allá de las etiquetas y los restaurantes, hay algo profundamente atractivo en Nación de Vinos: su capacidad para celebrar una industria que sigue creciendo y rompiendo esquemas. Si el vino mexicano ya es una revolución en bares y restaurantes, este festival es su manifestación más clara y emocionante.

La cita es en Campo Marte, y créenos, es un plan que no te puedes perder.

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