Como sus semillas, la iniciativa mexicana Limbo es pequeña todavía. Pero en ambas su fuerza no se mide por su tamaño, sino por lo que puede llegar a ser. Lo que este extraordinario proyecto quiere es tejer una red de guardianes de semillas, para que con el tiempo variedades casi extintas se recuperen, y así, en tiempos de crisis, la comida no falte. Uno de esos guardianes puedes ser tú.

Un guardián de Limbo guarda y recupera los secretos de nuestros antepasados, en pocas palabras, nuestro legado como mexicanos. hay que saber que por muchísimo tiempo, en cada cocina mexicana se podía ver una tinaja de semillero que las familias cuidaban para cultivar y preservar. Así, este centinela de lo pequeño (el guardián) se lleva a su casa una preciosa cajita de barro, grabada con códices que quedarán para la prosperidad con 3 variedades de semillas para protegerlas, conservarlas, plantarlas si así lo desea pero, sobre todo, para reforzar la red.

Si te unes a la red, tú escoges qué tipo de guardián que quieres ser: el guardián conservador, que cuida las semillas en la caja. O el guardián reproductor, que conserva la mitad de las semillas y de la otra mitad cosecha nuevas. Las cajas las semillas se organizan en diferentes triadas para mantener el equilibrio de la tierra, como en una milpa. De hecho, la milpa es otro tesoro que un guardián conserva de sus ancestros, pues es pura sabiduría. Desde tiempos muy antiguos, quienes habitaban nuestra tierra sabían bien que el suelo se mantendría fértil si cultivaban especies que no absorbieran los mismos nutrientes. Así, la milpa es el trío ideal del cultivo:  la calabaza, que se pega al piso y evita que la tierra erosione; el maíz que crece hacia el cielo, y el frijol que se enreda en él.

Gracias a la sensibilidad y energía de Adriana David, la mente detrás de Limbo, este proyecto se mantiene como una realidad. Y entre más guardianes haya Limbo germinará y crecerá para, finalmente, dar su fruto. Si quieres saber más, ella misma te lo explica aquí.