El año pasado, Enrique Peña Nieto, publicó un proyecto de ley para legalizar el uso medicinal de la marihuana en el país. Desde entonces el cultivo con fines médicos y científicos es legal. También es legal en México portar una dosis personal de máximo 5 miligramos (en 2016 se intentó aumentar esta cifra a 28 gramos pero el Senado rechazó esta propuesta). Esta semana, la Suprema Corte de Justicia de la Nación concedió un amparo para comprar o importar semillas de marihuana a tres ciudadanos que tienen autorización legal para su uso lúdico.
En entrevista para Gatopardo, Froylan Enciso autor del libro Nuestra historia narcótica piensa que las palabras de Olga Sánchez Cordero son una gran oportunidad para alcanzar la paz en México –que está atrapado en una guerra contra las drogas que llevó a la militarización del país y a índices de violencia nunca antes vistos–. Enciso no está de acuerdo con el término “uso lúdico” pues dice se presta a la malinterpretación de muchos conservadores, que lo aprovechan para caricaturizar la propuesta de la legalización. Él plantea usar el término “uso adulto”, que engloba múltiples usos –desde recreativos hasta rituales– pero regulados, como el alcohol y el tabaco.
Olga Sanchez Cordero, quien se convertirá en la primer mujer en ocupar la Secretaría de Gobernación, dijo que propondrá usar una serie de mecanismos jurídicos para ayudar a pacificar al país, además de la legalización y regulación de algunas drogas. Uno de los mecanismos contemplados es la amnistía como proceso jurídico –una ley que ya tiene esbozada y que espera presentar a debate una vez que ocupe el cargo–. También tiene en mente la reducción de penas para quienes den información sobre los desaparecidos, como una forma destrabar los procesos de búsqueda de miles de mexicanos.
Enciso, también investigador del CIDE, asegura que la tragedia creada por la guerra contra el narcotráfico es tan compleja que no hay soluciones fáciles, y que si bien los instrumentos propuestos por Sánchez Cordero pueden utilizarse para construir la paz en el país, serían solo una parte de un proceso de largo plazo. Sus propuestas acercarían a la justicia a consumidores que apresan por tener pequeñas cantidades de marihuana o a campesinos explotados por líderes del crimen organizado, pues son ellos quienes están en las cárceles, y no los grandes capos o polítcos envueltos en esta ola de violencia.
Un encuesta publicada por la casa De las Heras Demotecnia, en marzo de 2018, muestra que el 71% de los encuestados no estaría de acuerdo en la despenalización de la marihuana para su uso adulto. Pero también muestra que el 76% de los encuestados dice estar de acuerdo con la afirmación: “la marihuana tiene propiedades curativas”.
En septiembre de 2015, el caso de una niña de 8 años que padece el síndrome de Lennox-Gastaut ayudó a impulsar la legalización de la marihuana medicinal. El medicamento que contiene un compuesto llamado tetrahidrocannabinol, ha ayudado a minimizar los ataques de epilepsia que sufre Grace, quien actualmente tiene once 11 años.
Froylan Enciso está convencido de que la despenalización de la marihuana a nivel científico y del cultivo de amapola, podría ayudar a crear un programa de producción local de medicamentos provenientes de estas plantas. La morfina producida a partir de la amapola, por ejemplo, podría ayudar a muchos pacientes de cáncer que requieren cuidados paliativos. México es actualmente el tercer productor de esta flor a nivel mundial, y la regulación ayudaría a reducir los costos de estos medicamentos que hoy se importan, y que para muchos tienen precios inaccesibles.
Sánchez Cordero, quien durante su gestión en la SCJN favoreció los derechos de la comunidad LGBTTI y la legalización del aborto, ha considerado que este debate es fundamental para nuestro país, pues es urgente regular el consumo y la venta de estas sustancias y encontrar alternativas en el combate a la violencia, que también beneficien a la salud pública.
Durante estas semanas, como parte del gabinete de Andrés Manuel López Obrador, tendrá reuniones para plantear reformas al plan de seguridad del que también formará parte Alfonso Durazo cómo Secretario de Seguridad Pública.
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*Texto original de Revista Gatopardo, escrito por Carlos Reyna