En el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México, la calle de Correo Mayor alberga historias que entrelazan la vida de personajes ilustres y leyendas que han perdurado a lo largo de los siglos. Uno de los episodios más destacados es la residencia final de Josefa Ortiz de Domínguez, figura clave en la lucha por la independencia de México. Además, esta calle fue conocida anteriormente como la “Calle del Indio Triste”.

Josefa Ortiz de Domínguez, también conocida como “La Corregidora”, es reconocida por su papel fundamental en el movimiento independentista mexicano. Tras los eventos insurgentes, fue aprehendida y, después de cumplir su condena, se trasladó a la Ciudad de México. En sus últimos años, residió en una casa ubicada en la actual calle de Correo Mayor, donde falleció el 2 de marzo de 1829. Esta vivienda se convirtió en un punto de referencia histórico, aunque con el tiempo ha sufrido transformaciones. Hoy, la casona que alguna vez la resguardó alberga locales comerciales, una característica común en el Centro Histórico, donde las historias de siglos pasados conviven con la cotidianidad del comercio urbano.

Antes de adoptar su nombre actual, la calle de Correo Mayor era conocida como la “Calle del Indio Triste”. Esta denominación proviene de una leyenda que data del siglo XVI, narrada por el cronista Luis González Obregón. Según la historia, un cacique indígena, favorecido por el virrey y poseedor de grandes riquezas, llevaba una vida de excesos y duplicidad, venerando tanto a deidades prehispánicas como a imágenes cristianas. Su descuido permitió que se gestara una conspiración indígena contra los colonizadores españoles. Al ser descubierta por otro informante, el virrey confiscó sus bienes, dejándolo en la miseria. El antiguo noble, consumido por la tristeza, se sentaba en la esquina de su antigua residencia hasta que falleció de inanición. En su memoria, se erigió una escultura conocida como “El Indio Triste”, que permaneció en la calle hasta su traslado al Museo Nacional de Antropología.

La calle de Correo Mayor ha sido testigo de múltiples cambios a lo largo de los siglos. Desde su origen como “Calle del Indio Triste” hasta su designación actual, ha albergado edificaciones de gran valor histórico y arquitectónico. La casa donde falleció Josefa Ortiz de Domínguez ha experimentado diversas modificaciones y usos, reflejando las dinámicas urbanas y sociales de la ciudad. Hoy en día, aunque la estructura original ha cambiado, el lugar sigue siendo un recordatorio del legado de “La Corregidora” y de las historias que conforman el rico tapiz cultural del Centro Histórico de la Ciudad de México.