Uno de los íconos más abstractos del Metro es el que identifica a la estación Colegio Militar. En realidad, se trata de una representación heráldica del escudo de armas del Heróico Colegio Militar que, hasta la década de los setenta, tuvo su academia en el mismo lugar en donde hoy emerge el subterráneo. De Escuela Normal para Maestros a Instituto de las Fuerzas Armadas; el Antiguo Colegio Militar de Popotla continúa siendo motivo de orgullo para muchos mexicanos, aunque ya no desempeñe labores de docencia.
En el marco de las celebraciones del Centenario de la Independencia, Porfirio Díaz, en toda su grandilocuencia, mandó a construir un complejo especialmente dedicado a la Escuela Normal Primaria para Maestros. Se la encargó al Teniente Coronel de Ingenieros Porfirio Díaz Ortega -su hijo- y, en tan solo dos años, gracias al esfuerzo incansable de obreros y peones; la edificación afrancesada estuvo lista para inaugurarse el 12 de septiembre de 1910, justo a tiempo para la conmemoración histórica.
La Normal para Maestros se ubicó en la llamada Cuchilla del Rosario, que formaba parte de los terrenos de la Escuela Nacional de Agricultura. En las crónicas de la época se describía como un “magnífico edificio”, que destacaba “majestuoso entre el caserío de la Colonia de Santa Julia”. Contempló aulas, dormitorios, gimnasio, enfermería y hasta un ramal de la línea principal del Tranvía que, a petición de las autoridades, se ubicó justo en la entrada del plantel, como hoy lo hace la estación del Metro Colegio Militar. Destaca el gran Salón de Actos ornamentado con varios relieves en mampostería y dos pinturas de Daniel Del Valle, que dan cuenta de la agenda positivista de “Orden y Progreso” dirigida a los futuros maestros. A la fecha, el salón se mantiene en perfectas condiciones y aún conserva la sillería original.
De esta casa de estudios se graduaron notables maestros que se incorporaron a la lucha armada de la Revolución como militares. Tal es el caso de Adolfo Cienfuegos y Camus, que alcanzó el rango de Coronel bajo el movimiento Obregonista.
En 1918, sin embargo, la Escuela Normal Primaria para Maestros cerró y sus instalaciones se cedieron a la Secretaría de Guerra y Marina. Antes de establecerse en el recinto del barrio de Popotla, la Academia de Cadetes pasó por muchas denominaciones y se instaló en algunos de los recintos más icónicos de la ciudad, incluyendo el Colegio de San Ildefonso, el Convento de San Fernando y el Castillo de Chapultepec. Tras su inauguración en 1920, precedida por el presidente Venustiano Carranza, el organismo adoptó formalmente el nombre de Colegio Militar. En 1925, la institución cerró brevemente para ampliar la infraestructura ya que, originalmente, estaba planeada para recibir a 200 futuros maestros. Dicha cifra contrastaba con los 1,500 elementos entre directivos, empleados y estudiantes con los que se estableció el Colegio Militar.
Se hicieron dormitorios, caballerizas, picadero cubierto, parque de artillería, un casino, comedor y gabinetes, todo sin cambiar el estilo arquitectónico original. Ahora tiene también una alberca y un gimnasio.
Luego de 50 años de servicio ininterrumpido, el Colegio Militar de Popotla se vio, una vez más, rebasado en sus capacidades y, debido a la alta demanda del alumnado, aunado a los nuevos retos y complejidades que encara el Ejército, se precisó de un domicilio mucho más grande. Fue así que la organización decidió mudarse a su actual ubicación al sur de la CDMX, en Tlalpan. La obra brutalista estuvo a cargo del arquitecto Agustín Hernández y abrió sus puertas en 1976. Su misión continúa siendo la de formar oficiales de las diferentes armas del ejército mexicano: Infanteria, Caballeria, Artilleria, Zapadores, Policía Militar, Armada Blindada e Intendencia.
Mientras tanto, el Antiguo Colegio Militar de Popotla se mantiene como una de las edificaciones más imponentes que se pueden observar sobre la Calzada México-Tacuba. Ahora, el inmueble alberga el colegio de Defensa Nacional, la Dirección General de Educación Militar y Rectoría de la UDEFA, la Escuela Militar de Ingenieros y el Museo de la Caballería.