El Bosque de Chapultepec nunca es el mismo. Cada visita uno encuentra cosas nuevas, cosas que ya no están, árboles especiales que nunca había visto. Hace poquito fuimos a pasear y encontramos lo que ahora es un lugar predilecto de la I Sección. Es un rincón del bosque que tiene una minibiblioteca de intercambio libre y unas mesas de tronco para jugar juegos de mesa.

minibiblioteca en chapultepec

minibiblioteca en chapultepec

En la biblioteca, que es sólo un librero delgadito, hay títulos que nunca esperaríamos ver abandonados (en el mejor de los sentidos). Encontramos una edición de La Montaña Mágica de Thomas Mann, el Penguin Book of Greek Verse, los Escritos literarios de Schopenhauer, Crash de Ballard, un libro de cuentos de José Revueltas y La Perla del Río Rojo, de Emilio Salgari. La idea es que uno recoja un libro y deje otro a cambio, de preferencia a la altura de los títulos que tienen allí (y no diccionarios o almanaques, que es lo que la gente abandona porque ocupan mucho espacio).

minibiblioteca en chapultepec

minibiblioteca en chapultepec

minibiblioteca en chapultepec

En la biblioteca también tienen DVDs, y también nos sorprendieron. Hay películas del Criterion Collection y de lo que fue el Videódromo, por ejemplo. Vimos también unos DVDs firmados por Ricardo Nicolayevsky, así que sospechamos que más de uno de los grandes títulos que hay allí los dejó él en un acto generoso.

mini-biblioteca Chapultepec

Como dijimos, alrededor de esta minibiblioteca de títulos generosos hay unas mesas hechas de tronco, dispuestas para que cualquiera llegue. Hay tres o cuatro de estas: en alguna hay un serpientes y escaleras (esperando con todo y dados a que alguien llegue a sentase), hay ajedrez y hay dominó. Y si uno se sienta en los troncos estará rodeado de árboles delgaditos hasta donde la vista le alcance. Es decir: no hay mejor lugar para jugar.

minibiblioteca en chapultepec

mini-biblioteca Chapultepec

Todo esto está organizado por La Casa de la Bici, una pequeña construcción donde rentan bicis, venden paletas heladas y aguas, alimento sano para las ardillas (para evitar que les den Chetos) y juegos de mesa. La casita está escondida pero vayan, encuéntrenla. Y lleven un buen libro para intercambiar.

 

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