En la estación Mixcoac de la línea 12 del metro hay un museo que se visita de paso, mientras uno hace camino. Hay, por ejemplo, objetos arqueológicos, pinturas de Leonora Carrignton, fotografías, piezas de Eduardo Terrazas y un recorrido por la iconografía del metro que diseñó Lance Wyman. En la última sala –la 7–, la expresión “sumergirse en la historia” se materializa de forma bastante literal, varios metros por debajo del suelo está una colección de boletos del metro desde 1969 a la fecha.
Parecería exagerado dedicar la sala de un museo a pedacitos de papel de 5.5 centímetros con tirajes por arriba de los 10 millones, pero no más que fundar un grupo de aficionados dedicados a coleccionarlos: Coleccionistas de Boletos del Metro México DF. Este es un grupo cerrado con 1,678 miembros –y contando– con un sistema de reglas y que se reúne una vez al mes. En Mercado Libre , algunas plantillas de boletos del metro de 1970 o el de Benito Juárez de 1972 –que para los conocedores es una suerte de Santo Grial– alcanzan precios exorbitantes, en especial si recordamos las protestas de hace 8 años cuando el boleto pasó de costar 3 a 5 pesos.
Con todo no es extraño que los boletos del metro se hayan vuelto objetos de colección. Son baratos, son pequeños e, indudablemente, son historia. La historia de cuando vendían abonos que permitían con un solo boleto el ingreso al metro cuantas veces fuera necesario, la de los 57 años del mercado de la Merced, la de los mundiales a los que hemos ido, los artistas que han cumplido 100 años de vivos o de muertos. O los que sin morirse han logrado ver su imagen en los 5.5 centímetros de papel que a diario se expiden por millones para ser comprados, vendidos, guardados o perdidos en las profundidades de un bolsillo.
Asociamos el coleccionismo con objetos fuera de lo común, difíciles de obtener, únicos. Los boletos del metro no son únicos, no son caros ni difíciles de obtener, pero son una manera lineal, cronológica, cultural e indiscriminada de acaso entender el paso del tiempo en una ciudad vorágine.
Boleto conmemorativo de los 100 años de nacimiento de la actriz María Felix