Alguien (ahorita les decimos quién) puso en las calles de la Ciudad de México unas bakterias. Son calcomanías con “palabras infectadas con un algoritmo” que hacen que primero les tomes foto, luego las busques en Instagram y de allí te sigas hasta leer sobre endosimbiosis, una teoría de evolución conocida como mutualismo, que no es competitiva (como quiso Darwin) sino colaborativa: dos o más microorganismos unicelulares se unen para mutar en complejos.
El hombre detrás de Bakteria es el artista Arcángel Constantini, quien comenzó este proyecto en los 90. Él deambula por la ciudad, busca lugares con grafiti decadente –o mal realizado– y coloca sus dispositivos lingüísticos. Y así comienza la infección.
Los mensajes se ven más o menos así:
P3La : Fuz / Tan
PaN / De : Mo-Nium
Dës – Pa : RR4 / MaDA.
SūPr3:Má-ZiÁ
3/Lo>KüĖn_te
Bakteria: la palara como virus
“Nuestros genes evolucionaron junto con los microorganismos para llevarnos hasta la conciencia, y que pudiéramos darnos cuenta de que tenemos conciencia”, dice Constantini, aka “Bakteria”. “La mayoría de las enfermedades”, añade, “son causadas por el desequilibrio de los organismos que viven en nuestro cuerpo. Esta microbiota, considerada como otro cerebro, controla los pensamientos, los estados de ánimo y las formas de actuar.
Para traer los morfopoemas a las calles, Arcángel sigue este proceso: despierta, medita, toma café, agarra su pantalla y se pone a escribir y a dibujar. En el acto del dibujo orienta su pensamiento hacia una “perspectiva post dadaísta para liberar el subconsciente”. Así, un hemisferio cerebral trabaja en la imagen del personaje; el otro en las palabras.
Las bakterias, como “organismos vivos complejos”, se componen de dos palabras inconexas que forman la imagen de un personaje dibujado en la pantalla de un iPad. Hasta ahora solo hay textos en los muros de la Ciudad de México, pero viene en camino una invasión de organismos multicelulares con muchos ojos, rostros y pies (nos anticipa Arcángel).
Ahora, las bakterias no sólo son calcomanías, el artista también construyó una máquina para tatuar. Se puso a dibujar sus bakterias en la piel de la gente y ya tiene listo su taller de cuatro ruedas. Son piezas únicas y reciben su nombre a partir del diálogo con las personas. Para ver todo lo que contagian en Bakteria, entren a su página… Uno puede pasar horas allí.
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Arcángel Constantini (Ciudad de México, 1970) es uno de los pioneros del net art en el país; ha explorado y trabajado en campos como arte sonoro, animación interactiva, hacking. Para crear y manipular a sus organismos morfopoéticos se le ha visto vestido con un traje amarillo, de esos que se emplean para transportar o convivir con materiales químicos radiactivos.