Tlatelolco ha sido uno de los lugares más importantes de la Ciudad de México desde la época prehispánica, pero con la construcción del Conjunto Habitacional Nonoalco-Tlatelolco en la década de los 60 terminó de afianzarse la importancia de esta zona de la ciudad, ya que, ahora no sólo recogía la historia prehispánica y colonial, sino que además era el ejemplo perfecto de la modernidad plasmada por Mario Pani y los arquitectos de la época.
En 2018, Tlatelolco fue declarado Patrimonio cultural inmaterial de la CDMX, pues no sólo arquitectónicamente representa una de las obras modernas más importantes, sino que momentos fundamentales en la historia de la ciudad, la evolución de la cultura y la capacidad de adaptación de la ciudad y sus habitantes. Por ello, este es uno de nuestros puntos favoritos de la ciudad en donde no sólo podemos encontrar la zona arqueológica o el Centro Cultural Universitario, en sus pasillos, en las diferentes zonas de juegos y en cada rincón de Tlatelolco es posible encontrar detalles llenos de historia que podrían pasar desapercibidos.
Cine Tlatelolco y cómo se ve ahora
Hubo una época en la que los cines de la ciudad parecían palacios e ir a ver una película al cine representaba un evento especial, por lo que en Tlatelolco no podía faltar un cine. Así, el 23 de septiembre de 1967 se inauguro el cine Tlatelolco con la proyección de la película “La Hora 25”.
El cine se encontraba en la antigua plaza comercial “La Fabre”, en donde había tiendas de ropa, cafeterías e incluso una tienda de vestidos de novia. Desde los años 90, el cine quebró y para 2001 se dejaron de proyectar películas, por lo que desde hace 20 años el edificio quedó en el abandono.
Los juegos infantiles de inspiración soviética
Tlatelolco fue pensando par albergar todas las necesidades de todos sus habitante en un solo lugar, por lo que las zonas de juego para las niñas y niños que habitarían la unidad se convirtieron en una característica importante dentro del conjunto habitacional. Una de las imágenes más famosas de Tlatelolco es sin duda la resbaladilla en forma de cohete que se encontraba en la primera sección, a un costado de la Avenida Guerrero. De acuerdo con el historiador de arte Aldo Rojas, este juego se inserta en la época de la guerra fría y la carrera entre Estados Unidos y Rusia por llegar a la luna. Esta resbaladilla recuerda justamente a los cohetes soviéticos de aquel entonces.
A pesar de que este juego era especialmente llamativo por su forma y su altura, fue esto último el motivo de varios accidentes, por lo que se decidió retirarlo. Recorriendo Tlatelolco podemos encontrar muchas zonas de juego, algunas de ellas han sido totalmente remodeladas, pero en otras podemos encontrar algunos juegos con forma de animales clásicos de los parques de antes, mobiliario urbano de concreto, banquitas y mesas para jugar ajedrez e incluso, algunos juegos en forma de caballos y otros animales parecidos a los que se encuentran en los parques infantiles en Japón.
Los murales de Nicandro Puente y la llegada de los 2000
Hace más de 20 años, los vecinos y vecinas de Tlatelolco se organizaron en conjunto con el artista tamaulipeco Nicandro Puente para la realización de varios murales en el conjunto habitacional, y aunque el plan inicial era realizar 10 murales, solo se pudieron realizar 4 y 2 más quedaron inconclusos. Todos estos murales miden alrededor de 30 metros de altura y fueron pensados como una forma de unir a la comunidad.
El artista, Nicandro Puente intervino las fachadas con la ayuda de varios voluntarios, vecinos del barrio, que no sólo ayudaron a pintar los murales, sino que también participaron en la elección de las temáticas de las obras; eventualmente, este grupo conformó la Red Urbana de Muralismo Comunitario. En 2019, el mural “Tlatelolco, héroe y mártir de las libertades”, que permaneció por 18 años en una de las fachadas laterales del edificio General Anaya fue borrado, por lo que se perdió parte importante de su legado.
En la segunda década de los 2000, se realizaron nuevas intervenciones en los edificios de Tlatelolco, uno de los más famosos fue el realizado por el artista originario de Valencia, Escif, en el maro del Festival All City Canvas de la CDMX en 2012, en el edificio Chihuahua, uno de los más importantes debido a su ubicación en la plaza de las tres. Muchas personas dicen que esta obra remite a los eventos del 2 de octubre.
Por Tlatelolco han pasado siglos de historia y han quedado plasmadas las vidas e historias de muchísimas personas y se ha adaptado a las nuevas necesidades de la cuidad y sus habitantes, en donde siempre se siguen encontrando nuevos lugares y redescubriendo algunos más viejos.