La Tallera, en Cuernavaca, Morelos, fue el lugar de trabajo, estudio y la residencia de los últimos nueve años del muralista David Alfaro Siqueiros el cual lo edificó en 1965. Intervenida en 2010 por la arquitecta Frida Escobedo, La Tallera Siqueiros obtuvo nueva vida como museo público de arte contemporáneo el cual hoy en día es posible visitar a unas horas de la ciudad.
Siqueiros en La Tallera, 1971.
Desde 1920, Siqueiros y Diego Rivera apuntaban por un espacio de taller que les permitiera experimentar con técnicas para expandir su práctica muralista. La Tallera fue este lugar que Siquieros concibió como “llevar a la realidad un verdadero taller de muralismo donde se ensayaran nuevas técnicas de pinturas, materiales, y sin el sufrimiento de la limitación”.
La Tallera, 1966.
Siqueiros fue encarcelado seis veces a lo largo de su vida, y fue en una de estas ocasiones, en 1960, que pasando el tiempo dentro de su celda, pensó en crear obras de formato descomunal y en La Tallera misma. En el tiempo que estuvo preso, pintó 200 cuadros que sirvieron como escala de una porción de la obra que viviría en La Tallera en Cuernavaca.
La Sala Poliangular, 1966.
En 2010, como parte de los festejos del Bicentenario, la arquitecta Frida Escobedo y su estudio, reciben su primer proyecto de obra pública con la renovación e intervención del espacio de Siqueiros.
La Tallera antes de la intervención, 2009.
Escobedo abrió el patio de La Tallera a una plaza adyacente girando dos de los enormes murales, Trazos de composición espacial y Trazos de composición piramidal, cambiando sus posiciones verticales originales, y dando una nueva relación al visitante para con la obra.
La Tallera Siqueiros cuenta con la exposición permanente de los murales, la Sala Poliangular de David Alfaro Siqueiros, exposiciones temporales, y es la sede del Programa de residencias internacionales y de la Escuela de Crítica de Arte.
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