Es posible encontrar obras de Vladimir Kaspé, el arquitecto ruso-mexicano contemporáneo de Mario Pani, principalmente en Las Lomas y Polanco; sin embargo, su legado e influencia en la ciudad es poco conocido. Decidimos hacer un pequeño recorrido por algunas de las obras que puedes visitar y otras que ya perdimos.
Vladimir Kaspé era originario de Harbin, un pueblo en la región de Manchuria (China), cuando esta era parte de Rusia. A los 16 años de edad dejó su pueblo natal para estudiar arquitectura en la Escuela de Bellas Artes de París, aquí conoció a Mario Pani, quien sería su amigo de muchos años. Tiempo después, debido a la crisis provocada por la Segunda Guerra Mundial, Vladimir Kaspé llegó a México junto con su esposa Masha Schafiro y por invitación de Pani en 1942 –sólo con un billete de 500 dólares escondido en un envase de pasta dental.
Al llegar a nuestro país, Kaspé tomó algunas clases de español y pocos meses después comenzó su trabajo como jefe de redacción de la revista Arquitectura —en donde ya había participado como corresponsal en Europa. Al mismo tiempo, y por invitación de José Villagrán se convirtió en profesor en la UNAM dando clases de Teoría de la Composición en 1943. A partir de ese momento la docencia se convirtió en una parte importante en la carrera de Kaspé, pues en años posteriores también dio clases en la Universidad Anáhuac, Iberoamericana y La Salle.
Aunque sí participó en obras públicas como el Conjunto Habitacional El Rosario, la mayoría de los proyectos de Kaspé eran de origen privado –a diferencia de muchos de los arquitectos de la época, quienes desarrollaron su obra principalmente en proyectos de estado. El primer proyecto en el que trabajó en México fue el Hospital Israelita de México por encargo del Comité Israelita en 1942, pero éste no se llegó a concretar, por lo que se tiene registro que su primera obra construida fue una casa en la colonia Anzures en 1943.
Dentro de sus obras podemos encontrar dos centros escolares muy diferentes entre sí: la Escuela Secundaria Albert Einstein y el Liceo Franco Mexicano. La primera fue realizada sobre la Calzada México-Tacuba en 1946, y cabe señalar que Kaspé la construyó con el apoyo del Comité Central Israelita de México, solicitando la autorización del mismo Einstein para que llevara su nombre.
La segunda, el Liceo Franco Mexicano, ubicado en la esquina de la avenida de las Democracias (hoy Homero) y la calle de Habana Sur (actual Plinio), fue inaugurado el 9 de agosto de 1952. Tiene un mural de Jean-Pierre Geoffroy-Dechaume que representa las diferencias y puntos de convergencia entre las culturas francesa y mexicana. Durante los años el edificio ha sufrido renovaciones y modificaciones, algunas realizadas por el mismo Kaspé.
En 1955 construyó un club deportivo privado en Aristóteles 239, en Polanco para una familia numerosa. Este proyecto contaba con dos albercas, cancha de tenis, plataformas de boliche, cafetería, gimnasio-frontón, salón de fiesta, terraza e incluso dos apartamentos para huéspedes. Un detalle importante es que las rejas de la alberca fueron diseñadas por Mathias Goeritz. Hoy esta obra ha sufrido varias modificaciones, principalmente en la fachada, pero lo puedes visitar ya que aquí se encuentra el Euskal Etxea, que quiere decir Casa Vasca o Centro Vasco.
Una de las obras más representativas de la trayectoria de Vladimir Kaspé es Super Servicio Lomas, construido entre 1948 y 1952. Fue inaugurado el 23 de noviembre de 1948 y se convirtió en el primer edificio multifuncional de México pues además de una gasolinera, también albergó una gran variedad de locales comerciales como una llantera, una tienda de electrodomésticos, una agencia de motocicletas, al Banco Internacional y por 50 años una agencia de General Motors. En 1949 se inauguró el nivel superior que se convirtió en el salón de Baile Ciro’s de las Lomas en donde frecuentemente tocaba la orquesta de Everett Hoagland.
A pesar de su importancia, este edificio fue demolido en 2011 para dar pie a la construcción de la Torre Virreyes, también conocido como el ‘El Dorito’. Por varios años y sin éxito, los vecinos de las Lomas de Chapultepec, arquitectos y público en general lucharon para evitar que el inmueble fuera estropeado. Durante la construcción del nuevo edificio se propuso que la reconstrucción de Super Servicio Lomas se convirtiera en un museo de la obra de Kaspé pero esto tampoco se logró concretar.
A pesar de la influencia de Vladimir Kaspé en la arquitectura de la CDMX, no se cuenta con un registro confiable de todos sus proyectos, lo más cercano que existe es una lista escrita por el mismo arquitecto en donde anotó sus proyectos de 1952 a 1965. De acuerdo con Alejandro Aguilera es posible que la obra de Vladimir Kaspé rebase los 200 proyectos de los cuales sólo se construyó un tercio, y de estos, muchos han sido olvidados o demolidos.