En esta ciudad también hay cápsulas del tiempo. Y no sólo las obvias, que son los sitios arqueológicos o las loncherías, hay verdaderas cápsulas que se crearon para que alguien, en el futuro, las abra y sepa sobre los hábitos del pasado. El nombre suena un poco paranormal pero en realidad son simplemente cajas con objetos herméticos que guardan testimonio de una época. Su propósito es guardar la esencia de un tiempo histórico. Algo así como congelar el tiempo.

No hay reglas para hacer cápsulas del tiempo, pueden ser o no secretas y tener o no una fecha establecida para abrirlas. En el caso de la Ciudad de México hay 3 cápsulas: dos se descubrieron por casualidad, en trabajos de reconstrucción, y una, en Ciudad Universitaria tiene inscrita la fecha de apertura.

La cápsula del tiempo de la Catedral Metropolitana

En 2008 descubrieron una caja de 15.5 x 8. 2 centímetros en una de las torres de la Catedral. La caja estuvo ahí desde el siglo XVIII, al parecer la colocaron justo cuando terminaron la construcción de las torres. Dentro encontraron monedas, relicarios, grabados de santos, cera traída del Vaticano y un pergamino con el inventario de lo que se había depositado. No queda claro dónde están los contenidos de esta cápsula de tiempo ahora.

.

Estatua de Luis Pasteur: guardián de la cápsula del Porfiriato

pasteur

Esta cápsula del tiempo fue descubierta en 2006 debajo de la escultura de Luis Pasteur, en la plaza que lleva el mismo nombre y que está justo en el cruce de Reforma e Insurgentes. Fue, dicen, una ocurrencia de Porfirio Díaz para guardar el recuerdo de sus días felices. La hizo dos meses antes de que la Revolución lo derrocara. Como era de esperarse, la caja no es demasiado estimulante, y contiene periódicos de esa “Francia” que tanto le gustaba a Don Porfirio, algunos periodicos mexicanos y una foto de él mismo.

.

La cápsula del tiempo de la UNAM

cápsulas del tiempo

No solamente el clero y los delirios políticos han tenido la intención de ser indestructibles al paso del tiempo, también la UNAM, en 2010, para conmemorar su centenario, hizo su propia cápsula del tiempo. La caja contiene 8,432 archivos digitales –académicos, artísticos, científicos y humanísticos- y 16 objetos simbólicos que describen cómo era la UNAM en 2010. Entre los objetos simbólicos hay datos estadísticos de la Universidad, CDs, medallas y estampillas postales conmemorativas, camisetas de los Pumas, versiones digitalizadas de libros y discos, así como un paquete de invitaciones, programas y semblanzas referentes a la celebración central de los 100 años de la UNAM.

La cápsula está sellada con media tonelada de peso en una de las paredes laterales de la zona central de Ciudad Universitaria. Está planeado que se abra en 2060.

.

Más en Local mx:

Esqueletos de la ciudad: fotografías de los edificios muy queridos en construcción