Por su importancia y ubicación estratégica, la Casa de los Azulejos participó de varios sucesos históricos hasta que en 1917 abrió el restaurante Sanborns.
El Barrio Chino se conformó a partir de una migración de chinos que huyeron de Sonora y Sinaloa durante la segunda década del siglo XX.
Ubicada en la Plaza Garibaldi, aquí la fiesta está garantizada.
Es cantina, restaurante, foro cultural y hasta tienen su propio sello editorial: Mantarraya Ediciones.
La India se caracteriza por sus entrañables botanas y muy ambiente.
Una de las cantinas más antiguas del centro en donde la comida es inigualable.
La Mundial, en la frontera del centro con la colonia Obrera, es un clásico del buen comer y el buen beber.
Una cantina de las tradicionales. Muy buen servicio y alimentos.
Una de nuestras favoritas en el centro.
Un rincón para echar un buen trago en los alrededores de San Juan. La comida es abundante.
Una cantina muy tradicional en donde, además, puedes bailar
Otro clásico de Motolinía, y como buena cantina, se come muy bien y a buen precio.
Una de las cantinas más grandes del centro.
No estamos seguros si alguien no ha ido a esta cantina, pero es una muy buena opción si no tienes mucho presupuesto.
Un hermano del Río de la Plata, en donde se come muy bien.
Un restaurante-cantina con un balazo de Villa en el techo.
Uno de los bares más elegantes del centro, eso sí, sin pretensiones.
En La Faena no sólo el servicio es bueno, las botanas son mejores y puedes escuchar música en vivo.
Como antro o restaurante, el Pasagüero ha sido espacio de grandes conciertos y fiestas.
Non Solos hay varios, pero el del centro es único.