La Ciudad de México es asfalto, polvo y avenidas que rodean un bosque de cientos de hectáreas. Chapultepec está al centro y su mancha verde (ya menos frondosa) se ve desde el cielo. Tanto árbol junto es pulmón de esta ciudad sin tregua, y entre sus pinos, álamos y cedros hay espacios para el respiro. Un lugar para escuchar el sonido del aire y la lluvia, un pabellón solemne para la tercera edad o el jardín botánico de Chapultepec, reliquia que en otro tiempo vió plantar a Moctezuma flores aromáticas, plantas medicinales y pastos para el retozo de los chapulines.
El jardín botánico de Chapultepec existe desde el 2006 en la primera sección del bosque y recibe, a través del Fideicomiso pro bosque de Chapultepec, una inversión importante. En su último rediseño para el Festival Flores y Jardines 2018, Plantando con Causa A. C. (encargados de la renovación del Jardín), agregó más plantas, otros pequeños ecosistemas y jardines hermosos para las abejas, los ajolotes y los chapulines.
Jardín de polinizadores
La abeja es un importante polinizador en peligro de extinción que no siempre encuentra el mejor hábitat en la ciudad. El jardín botánico está dedicado a ella, con esculturas de abejas en todo el recorrido, y una sección de jardín llena de flores atractivas y dulces, para la abeja y otros polinizadores.
Jardín para chapulines
Chapultepec toma su nombre del chapulín, que no regresó al bosque por un tiempo de escasos pastizales. Este nuevo jardín de crocosmia x crocosmiiflora (conocida como crocosmia), concentra chapulines –que de vez en cuando cantan– y chupamirtos (colibríes). Además hay love grass y mirto.
Jardín de chiles
Hay chile de árbol, habanero, serrano, poblano, huajillo y jalapeño en varias jardineras de ladrillo. El jardín de chiles tiene de todo el país y algunas plantas complemento de la cocina, como el cilantro. Frente a los chiles está el jardín de las dalias, flor nativa mexicana, vistosa y considerada la flor nacional.
Jardín Tlalocan
Dedicado a Tláloc, deidad de la lluvia, el mini ecosistema tiene un pequeño humedal que reúne garzas, rana Moctezuma, papiros y las linfeas para atraer libélulas.
Jardín xerófilo
Una versión pequeña del ecosistema de la Reserva del Pedregal de San Ángel, con su piedra volcánica, vegetación rara y matorrales. Ese pequeño jardín tiene un camino para entrar y recorrerlo por dentro para conocer la biodiversidad de la reserva.
Orquideario
Este es uno de los espacios más antiguos del jardín. El invernadero de las orquídeas es una estructura de metal con azulejos y vitrales art decó de los cincuentas. Alberga una colección importante de orquídeas, muchas de las cuales están en peligro de extición e incluso una especie extinta. La temperatura se vuelve inmediatamente cálida y la humedad es evidente al cruzar las puertas de cristal. Hay pequeñas bancas para sentarse rodeado de orquídeas, que justo ahora están entrando a su temporada de floración.
Además el jardín tiene un huerto de plantas comestibles, un área de suculentas, un espacio de árboles frutales y otros mini ecosistemas. Desértico con cactáceas, pradera o un humedal que imita los canales de Xochimilco. Lo habitaban los ajolotes, que fueron temporalmente reubicados después de una inundación. Regresarán pronto a nadar entre los papiros, los lirios y las ninfas.
Nopales de la sección del ecosistema desértico
Una de las áreas dedicada a las suculentas
El Fideicomiso Pro Bosque de Chapultepec mejora cada año el jardín: instalaron una guía del bastón para ciegos y remplazaron el suelo de tezontle por uno más amable y accesible. Entre la vegetación generosa hay decenas de pequeños espacios con sus plantas, flores y letreros con explicaciones. Muchos árboles ahogan el ruido de las avenidas y los arbustos floreados disimulan que afuera hay una ciudad, que entre los ahuhuehuetes y espejos de agua, no existe.
Huerto del jardín botánico
.
[snippet id=”39283″]
.
Más en Local:
La UNAM planea hacer jardines para colibríes alrededor de toda la ciudad