Entre una laaaarga discusión en torno a la legalización de la marihuana, en una jardinera de Periférico encontraron cuatro matas de marihuana. Y ya las decomisaron. El hallazgo fue a la altura de Lomas Verdes, enfrentito de la Unidad Cuauhtémoc del IMSS, en uno de los puntos más urbanos y públicos que hay.

Después de que algún automovilista reportó la planta a la policía. El ejército llegó, acordonó la zona y luego acordonó las cuatro matas de hierba, la escena del crimen. Muy pronto, todos los medios de noticias llegaron a reportar cómo el ejercito se hacía cargo de esto, y la gente que andaba por allí (y la gente que llegó para verlas) se acercó a fotografiar la planta de un metro de altura –que ahora menos era una planta cualquiera–.

Este y otros gestos –voluntarios o involuntarios– son diminutas vislumbres del caos y el orden en torno a estas leyes. Excusas para comentar en torno a la marihuana y la ciudad, la siembra y la ciudad. Sacan a luz, por ejemplo el Escuadrón Canábico. Ese conjunto de personas pro-legalización que hasta hace poco ponía su puesto de truque sobre Reforma para hacer intercambio de objetos por marihuana, pero que no pudo escurrirse por el hueco de la ley (aunque sonaba prometedor) y hasta hace poco fue detenido.

Desde luego no es seed bombing, pero nos recuerdan a esto. Una práctica agroecológica ideal para las ciudades y que ya empiezan a prácticar aquí –asociada a la permacultura– que consiste en hacer bolitas de lodo o barro relleno de diferentes semillas (de plantas nativas, hierbas que sean buenas para el piso en cuestión) para que crezcan “silvestres”, regeneren el piso y embellezcan la ciudad. Una especie de guerrilla urbana.

¿Cómo sería este evento en otras circunstancias legales?

La marihuana que se encontró en Periférico era “marihuana lista para fumar”, dijeron.

.

Más en local.mx

Sobre la despenalización y el llamado “uso adulto” de la marihuana